Colau multiplica las ayudas y encargos a cooperativas afines

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha disparado las subvenciones otorgadas y los encargos realizados, algunos contratos menores y otros vía concurso, a cooperativas afines que se dedican a la economía social y a cuestiones de vivienda y participación ciudadana. Desde 2016, las subvenciones, encargos y convenios con las cooperativas La Ciutat Invisible, La Col y La Borda, la fundación La Dinamo y la red de cooperativas del barrio de Sants suman, en conjunto, 165.000 euros. Solo las subvenciones se han multiplicado por ocho.

Estas entidades tienen importantes vínculos entre ellas —algunos de sus miembros participan en más de una— y forman parte de la Asociación por el impulso de la economía cooperativa y comunitaria de Sants-Montjuïc, un distrito donde las cooperativas tienen tradición y en el que tienen arraigo tanto el movimiento okupa como grupos de izquierda alternativa. Los proyectos que impulsan estas cooperativas, como la cooperativa de vivienda La Borda y la fundación La Dinamo —para replicar su modelo— o Coopolis, un ateneo para ayudar a crear empresas de economía social, tienen plena sintonía con las políticas que impulsa el equipo de Colau, el primero en crear, al llegar al gobierno, un comisionado de Economía Social y Cooperativa.

Algunos de estos proyectos comenzaron a gestarse durante el mandato pasado, cuando el alcalde fue Xavier Trias. Pero solo dos de ellas recibieron hasta 2015 ayudas o encargos del Ayuntamiento. Los fondos recibidos se multiplicaron a partir de 2016, cuando Colau abrió líneas de ayuda específicas para fomentar la economía social por valor de casi 1,5 millones de euros.

Esta situación que recuerda al aumento de fondos y encargos recibido por otras entidades próximas a Colau, como el Observatorio DESC (78%) o la Alianza Contra la Pobreza Energética (59%), del que proceden varios miembros del equipo de la alcaldesa. Unas subvenciones que hace unas semanas provocaron duras críticas de la oposición.

En el caso de las cooperativas de Sants, La Ciutat Invisible es la más veterana y de donde proceden miembros de las que se han creado posteriormente, como La Borda o La Dinamo. Se dedica desde 2005 a la difusión del cooperativismo y es además una librería. A finales de 2015 recibió el encargo del comisionado de Economía Social de hacer un diagnóstico del sector por valor de 3.749 euros. En el portal de transparencia municipal figura una subvención en 2016 de 11.368 euros para el proyecto Coopolis, uno de los Ateneos Cooperativos que en un 75% financia la Generalitat. En 2016 desde el Ayuntamiento, a través de Barcelona Activa se les encargó un estudio sobre “modelos de intercooperación” para el Plan de Desarrollo Local de Ciutat Vella por valor de 18.150 euros.

Del equipo de La Ciutat Invisible forma parte el coordinador de Coopolis, Hernán Córdoba, que explica el convenio firmado por el Ayuntamiento con la asociación de cooperativas, por valor de 76.985 euros: “Es un convenio para los años 2017 y 2018 que financia un contrato a tiempo parcial y otro a media jornada”.

En el caso de La Col, formada por arquitectos y expertos en participación. No habían recibido antes subvenciones, pero en 2016, el primero completo del mandato Colau, recibieron 5.00 euros para un web que se presentó durante un congreso de arquitectura. Además, Colau encargó a La Col a dedo —un contrato menor, de menos de 18.000 euros— la coordinación y redacción de su plan de vivienda, confirman en la propia cooperativa. La Col también ganó el concurso público para el diseño y coordinación de los debates del Plan de Actuación Municipal (PAM). Con este proyecto y otros que constan en el portal donde el gobierno municipal cuelga los gastos que facturan sus proveedores, en 2016 los pagos alcanzaron los 72.388 euros.

La Borda (la primera promoción de vivienda cooperativa) ha recibido 12.900 euros en ayudas y la Fundación La Dinamo (creada para replicar el modelo) 22.000 euros por dos años.