Colau paraliza dos nuevas grandes rehabilitaciones que no tenían permiso
El Ayuntamiento busca defender los derechos de los inquilinos, a quien la promotora debería realojar
El gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha vuelto a precintar las obras de rehabilitación de dos edificios enteros cuyos promotores no habían pedido el preceptivo permiso. Se trata de dos fincas, en los barrios de El Clot (Sant Martí) y Poble-sec (Sants - Montjuïc) que estaban en obras de rehabilitación aunque los promotores habían solicitado permisos o comunicados para pisos de forma individual. La paralización de las obras, que en noviembre también ordenó el Ayuntamiento en una finca de la calle de Aragó, pretende proteger a los inquilinos, a quienes los promotores deberían realojar durante las obras y respetar las condiciones de los contratos.
El concejal de Vivienda y también de Sant Martí, Josep Maria Montaner, fue muy claro ayer al criticar estas prácticas: "Barcelona no aceptará el juego sucio de saltarse las normas", dijo. Y recordó que el pasado viernes el consistorio presentó su propuesta de modificación de la ordenanza de obras para que no se puedan hacer reformas sin respetar a los inquilinos.
En el caso del Poble-sec, la finca está en el número 12 de la calle de Murillo, y se da la circunstancia de que el promotor, Vertice Nedax, está vinculado a Norvet, la inmobiliaria que comercializa los pisos reformados de la calle de Aragó. El distrito de Sants-Montjuïc descubrió en esta finca que la empresa había tramitado hasta veinte comunicados, cuando en realidad las obras eran para hacer una rehabilitación integral. En la finca queda un inquilino con contrato de renta antigua y otro cuyo contrato venció en julio pasado, cuando las obras ya estaban iniciadas.
Este vecino, que se llama Feliciano, vive con dos hijos menores de edad y llevan ya cuatro intentos de desahucio, que se han conseguido detener por la movilización del Sindicato de Barrio del Poble-sec. "La ley dice que una gran rehabilitación requiere permiso para un proyecto único, pero el fondo de inversión ha eludido la responsabilidad y el control [de la administración]", manifestó ayer la concejal del distrito, Laura Pérez. "Es una práctica reiterada que como Ayuntamiento queremos evitar para evitar que se produzca gentrificación y expulsión de vecinos. El mensaje que queremos mandar a empresas como Vauras, MK Premium, o Norvet es que cuando buscan grandes capitales como si fueran buitres, nos encontrarán al lado de los inquilinos", añadió.
En el caso de la finca del barrio de El Clot, está en el número 609 de la calle de Consell de Cent, tocando a Glòries. Aquí ya no hay vecinos, porque se marcharon al vencer sus contratos de alquiler, y la promotora, una sociedad de capital chino, Sort Swok, la ha rehabilitado completamente e incluso ha instalado ascensor y ha aumentado la edificabilidad, construyendo una remonta. Todo ello lo descubrió el distrito de Sant Martí cuando la firma pidió una licencia para hacer la división horizontal de la finca. El Ayuntamiento, además de paralizar las obras, que todavía no habían acabado, sancionará a la empresa y le obligará a derribar la remonta.
El concejal de Vivienda ha recordado que, solo el consistorio. tiene contabilizados 38 casos de edificios de propiedad vertical donde los inquilinos sufren acoso. El Sindicato de Inquilinos dice que son mucho más y que los casos se extienden por toda la ciudad. En cualquier caso, Montaner ha dejado claro que el Ayuntamiento es partidario de las obras de rehabilitación en los edificios de vivienda de la ciudad.
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