“Premio limón” para el juez que investiga el referéndum

El juez de Barcelona que investiga el referéndum de independencia del pasado 1 de octubre, Juan Antonio Ramírez Sunyer, ha sido galardonado con el "premio limón". Lo entrega cada año (desde hace 17) el Colegio de Abogados de Barcelona al magistrado "más ácido", o sea el más antipático o el que dispensa un trato más distante a los letrados. Los abogados también votan al más simpático, que recibe el "premio naranja". Todo ello desde el buen humor y el fair play: "Nunca se nos ha enfadado nadie. Es más, muchos vienen a la gala buscando su premio limón", comenta Pol Olivet, vicepresidente de la sección joven del ICAB, que organiza el evento, este año con el lema "juzga a los jueces".

La gala de entrega de premios se celebró el pasado jueves. Los colegiados votaron de forma mayoritaria por el titular del juzgado de instrucción número 13 de Barcelona. Ramírez Sunyer adquirió el año pasado relevancia pública por ser el instructor de la investigación sobre el referéndum ilegal de independencia. Suyos fueron los registros del pasado 20 de septiembre en distintos departamentos de la Generalitat que, a su vez, provocaron el inicio de una causa contra los líderes de la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. Su investigación ha nutrido, además, las pesquisas del Tribunal Supremo contra los antiguos miembros del Gobierno catalán que impulsaron el referéndum.

El voto de los colegiados es secreto, y en la gala no se explicita ningún motivo concreto por el que los jueces son merecedores de los premios limón o naranja. "Dudo que tenga que ver con el independentismo. En cualquier caso, no puedo ponerme en la cabeza del resto de abogados", ilustra Olivet. A la gala acudieron unas 160 personas, incluidos jueces y miembros de las oficinas judiciales, que también son premiados. Los magistrados que ganan el premio se llevan, además de un diploma acreditativo, un pequeño árbol: un naranjo para los más afables, un limonero para los menos.