_
_
_
_

Una cafetería cultural para salvar la cuesta de Moyano

El Ayuntamiento de Madrid sacará a concurso público la gestión del nuevo espacio, que se abrirá en el tercer trimestre de este año

Espacio que ocupará la nueva cafetería en la cuesta de Moyano.
Espacio que ocupará la nueva cafetería en la cuesta de Moyano.AYUNTAMIENTO DE MADRID
Guiomar del Ser

La cuesta de Moyano, la única calle de Madrid destinada en exclusiva a la venta de libros, sumará a sus 93 años de actividad comercial un nuevo recinto estable con el que el Ayuntamiento de la capital aspira a revitalizar la zona. Los promotores del proyecto lo han denominado cafetería cultural para destacar su afán dinamizador de la lectura y de actividades asociadas a las letras y el intercambio de ideas, un impulso que los libreros vienen reclamando desde hace tiempo como acompañamiento a un negocio de salud frágil que no pasa por su mejor momento.

La cuesta de Moyano, en una foto de este domingo.
La cuesta de Moyano, en una foto de este domingo.SANTI BURGOS

El espacio resultante verá la luz en el tercer trimestre de este año, según fuentes municipales, y su estructura modular y adaptable a las condiciones meteorológicas albergará un servicio de cafetería, un espacio escénico triangular en el que realizar presentaciones y eventos diversos y una grada semicircular destinada al público que será extensible en los meses de verano. Tal y como muestran los bocetos y planos que acompañan al proyecto, la nueva construcción estará dotada de grandes ventanales en una fachada que permanecerá abierta durante los días cálidos y dejará a la vista las casetas de venta de libros y el trasiego de paseantes.

Más información
Al rescate del último Moyano
Los libreros de la cuesta de Moyano piden una regulación como la de París

La inspiración en las tertulias literarias que florecieron el siglo pasado en distintos cenáculos madrileños queda patente en el nombre que lucirá la cafetería: “Ismos”, el sufijo que el escritor Ramón Gómez de la Serna (1888-1963), padre de las greguerías y uno de los miembros más ilustres de aquellos encuentros de intelectuales, convirtió en un libro para catalogar los movimientos de vanguardia que afloraron en el primer tercio del siglo XX [descargar aquí el catálogo que el Museo Reina Sofía dedicó al libro y al autor en 2002].

Esta versión contemporánea y algo más luminosa de los cafés literarios es uno de los primeros frutos del proyecto Territorio Moyano, lanzado en 2016 desde el área municipal de Museos, Archivos y Bibliotecas. Su directora general, Belén Llera, subraya la importancia de “recuperar para el imaginario de la ciudad la cuesta de Moyano como espacio de lectura y literatura”. La aspiración última, añade Llera, es que la combinación del servicio de cafetería con actividades culturales “acerque otra vez al público hacia el libro antiguo y la lectura”.

Los libreros de este entorno trasladaron su malestar al nuevo equipo de gobierno municipal tras las elecciones de 2015. Las tasas, decían, eran elevadas y muy desiguales y la remodelación que en 2007 suprimió el tráfico rodado y cubrió la calle de granito había restado clientela al negocio. El cambio en los hábitos de compra y lectura de libros tampoco ayudaba a remontar. Territorio Moyano puso en marcha una ronda de consultas con los vendedores y el público visitante, pero también con los museos e instituciones culturales del entorno (Jardín Botánico, Reina Sofía, El Prado, El Retiro...) en busca de ideas para preservar la forma de vida del enclave y reanimar su pulso cultural.

Diseño de la cafetería para los días cálidos, con la fachada levantada.
Diseño de la cafetería para los días cálidos, con la fachada levantada.

El recinto que se levantará en el último trimestre de 2018 es la principal plasmación sobre el terreno de un plan de dinamización al que también está contribuyendo la caseta número uno, de titularidad municipal, con el impulso de distintas actividades los viernes, fines de semana y festivos. El pasado verano, la cuesta sirvió de escenario a Corral Cervantes, un escenario con forma de corral de comedias en el que durante un mes se celebraron actuaciones y representaciones de obras del Siglo de Oro, así como eventos gastronómicos y divulgativos.

A este modelo de cafetería cultural municipal que tendrá su primer exponente en la cuesta de Moyano ya se refirió a principios del año pasado la portavoz, Rita Maestre, quien destacó la voluntad del equipo de Gobierno, liderado por Ahora Madrid, de añadir espacios públicos en los que los madrileños pudieran leer un buen libro con un café o una bebida.

La idea aspira a cuajar en la emblemática cuesta, pero también en otros barrios de la capital necesitados de actividad en los que estos espacios capturen y fomenten el interés del público por la lectura y la conversación. La gestión del establecimiento se realizará en régimen de concesión pública sobre la base de unos pliegos de condiciones que el Ayuntamiento hará públicos próximamente.

La memoria de Gómez de la Serna estará presente en el espíritu del futuro local, pero fue uno de sus compañeros de tertulia en el café de Pombo, el pintor e intelectual José Gutiérrez Solana (1886-1945), quien inmortalizó la cuesta de Moyano en el libro Madrid callejero (1923). En uno de sus pasajes ya lamentaba que el público “pase indiferente ante los puestos de libros viejos y llene los barracones del cóndor de los Andes, el Circo y el teatro del ventrílocuo”. Hoy los competidores son otros, pero el reto de acercar al público a los libros persiste.

Quejas por el granito disuasorio

Si en algo están de acuerdo los libreros que desde hace décadas ofrecen su mercancía en la cuesta de Moyano es en que el entorno podría ser más acogedor para el público. Los testimonios recabados por el propio Ayuntamiento y publicados en la web de Territorio Moyano coinciden en que una zona de encuentro en la que sentarse a leer o tomar algo podría ayudar a crear un entorno más atractivo para el público.

Hablan de un espacio para exposiciones, más sombra, toldos, un lugar de encuentro, poner "color y sonido"... Pero donde hay más consenso es en que el granito del suelo es disuasorio por las altas temperaturas que alcanza en verano y el frío que transmite en invierno, por lo que no invita a permanecer en la zona.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Guiomar del Ser
Es redactora jefa de Producto Editorial y del LAB, el área que se dedica a explorar y aplicar mejoras en la forma de contar historias en la web de EL PAÍS. Lleva enredada en lo digital desde que los periódicos empezaron a navegarse, aunque también se maneja (y desayuna) con la versión impresa. Se entretiene arreglando cosas, también en la redacción

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_