Reina maga por un día

Un anuncio de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, se convirtió en la salvación para 11 familias de la capital. Justo cuando terminaba la cabalgata del pasado viernes, la regidora dijo que, si “por alguna circunstancia” los niños no recibían los regalos que tenían preparados los Reyes Magos, el Ayuntamiento se encargaría de encontrar “dónde los han dejado y os los podremos hacer llegar”.

El sábado por la mañana, 11 familias con 19 niños y niñas llamaron al teléfono 010 —el servicio municipal de atención al ciudadano— del Consistorio madrileño y expusieron su caso.

Los operarios municipales que recibieron las llamadas tomaron nota del nombre, la dirección y de un teléfono de contacto de los afectados y les explicaron que tenían localizados los juguetes. Se encontraban en los almacenes municipales listos para ser entregados a la mayor brevedad a los pequeños que se habían quedado sin ellos la noche anterior. Cuando ya se supo el número exacto, se citó a todas las familias a las cinco de la tarde en una estancia del Palacio de Cibeles. Muy cerca del lugar desde el que la alcaldesa hizo el ofrecimiento a los miles de madrileños que acudieron, pese a la lluvia, a ver el desfile real.

Las 11 familias, que se enteraron por televisión de esta opción de conseguir un regalo del Ayuntamiento, acudieron con sus hijos a Cibeles. Son de nacionalidad española, marroquí, peruana, boliviana y de la antigua URSS. Como todo fue bastante precipitado, para no romper con la ilusión de los niños, un trabajador municipal aficionado a la magia se encargó de hacerle algunos trucos para que los niños se entretuvieran mientras llegaba Carmena. “Lo hizo de manera voluntaria. El día anterior se ofreció para que la espera fuera más amena”, explicaron fuentes próximas a la alcaldesa.

Carmena estuvo acompañada por el concejal de Participación Ciudadana, Pablo Soto. Ambos se encargaron de entregar los juguetes de última hora, que la regidora había prometido a los niños. Los obsequios fueron donados por la Fundación Crecer Jugando, promovida por la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ).

“Los niños estaban muy agradecidos y algo sorprendidos por la situación. Eran un poco tímidos, pero les gustó mucho el detalle”, explicaron las citadas fuentes. Tras abrir el paquete que les habían dado, estuvieron un rato en el improvisado salón del trono de Manuela Carmena. Esta aprovechó para hablar con sus padres, que les expusieron su situación personal. Mientras, los pequeños no paraban de jugar. “Fue un acto muy emotivo y sencillo en el que se pudo ver la ilusión de los niños cuando estrenan un juguete”, añadieron las fuentes.

La alcaldesa lo reflejó en su cuenta personal de Twitter: “El ‘servicio de reclamaciones’ del Ayuntamiento de Madrid funciona: esta tarde hemos entregado juguetes a 20 niños y niñas cuyas familias han llamado porque los Reyes Magos no han sabido llegar a sus casas”.

Este año es el segundo en que el Ayuntamiento “subsana los pequeños errores de los Reyes Magos”, ya que el año pasado fueron ocho los niños y niñas que se acogieron a la oferta de la alcaldesa para solucionar el problema a través de una llamada al 010.

La entrega de los juguetes el pasado sábado no fue la única de estas características vivida en Madrid. Los niños de la Cañada Real, una de las zonas más degradadas de la capital, recibieron a los Reyes Magos ayer por la mañana. Sus Majestades recorrieron el vecindario del Sector 4, situado en el distrito de Vicálvaro, y repartieron regalos a los pequeños. La cabalgata fue organizada por la asociación de vecinos y contó con los regalos recogidos gracias al programa Vinilos por Juguetes, que recogió juguetes en la feria de las culturas, además de Intermediae y la ONG Olvidados.