Puente de Vallecas disfruta y aplaude en su cabalgata más comentada
“Me siento como Penélopez Cruz”, bromeó La Prohibida a los medios antes de subirse a la carroza
Las gotas de lluvia se mezclaron ayer con los caramelos, el confeti y la purpurina que las 16 carrozas de la cabalgata de los Reyes Magos de Vallecas lanzaron a los miles de asistentes. Además del agua, la protagonista del acto fue la carroza por la diversidad que el colectivo LGTBi Orgullo Vallekano organizó para la ocasión. Con temática animal, había causado polémica por estar presidida por La Prohibida, una conocida drag queen. A su paso por las calles vallecanas, algunos vecinos aplaudieron y otros, simplemente, le pidieron dulces.
“¡Gaspar, Gaspar!”, gritaba una niña en los brazos de su padre mientras intentaba llegar con las manos a la carroza de uno de los tres Magos sin importarle mojarse por la lluvia. Muchos niños estaban confusos, no por la temática de los pasos, sino porque ante la poca luz no se decidían qué caramelo tenían que coger del suelo. Mientras unos se paraban ante la tal disyuntiva, otros se colaban entre las piernas de los adultos para recoger la recompensa. Junto a las carrozas reales, una charanga acompañaba sus majestades con melodías tradicionales y canciones como Mi gran noche, de Raphael, o ¿A quién le importa?, de Alaska.
“Me siento como Penélopez Cruz”, bromeó La Prohibida a los medios antes de subirse a la carroza vestida de pantera rosa. Acompañada de la cantante de Dnoé Lanmiss (ataviada con un pijama de leopardo multicolor) y la actriz Roma Caderón, las protagonistas del evento lanzaban caramelos y recibían vítores. “Guapas”, gritaron algunos. Le seguía una comitiva a pie de varias decenas de personas disfrazadas de animales y de criaturas mitológicas. “No teníamos miedo. Se ha tergiversado la noticia, con lo fácil que hubiera sido consultar nuestra web o preguntarnos a nosotros sobre lo que íbamos a hacer”, explicó Fran de Gonari, miembro del colectivo LGTBi, que afirmó sentirse “remojado, pero feliz”.
Con música jurásica, un triceratops, un velocirraptor y un T-Rex figuraban en otra de las carrozas que más expectación ha causado: un camión lleno de dinosaurios. A unos metros le seguía una carroza con forma de canasta. Sobre ella, el Trío Calavera hacía malabares con cariocas y bastones de luces. “Con la lluvia no es fácil, pero por los niños se hace lo que sea”, decía el arlequín del grupo.
“Me lo estoy pasando mejor que otros años. Hay más ambiente a pesar de la lluvia”, contó el vecino Juan Villaescusa ante el paso de las carrozas. Cubiertos de estrellas, la asociación Gandalf quiso reivindicar con su vestimenta que “los niños son las estrellas del futuro”. Mientras, la escuela de danza y artes escénicas Alma de la Riva optó por vestirse con trajes plateados de Papá Noel. Al ritmo de la música hacían coreografías y saludaban al público.
En la recta final de la carroza, dos mujeres mayores recordaban entre ellas cómo han cambiado las cosas. “Hace años, cuando el Rayo estaba en primera, tiraban balones”, decían. Una de ellas, ante la carroza LGTBi, aseguró: “Me parece bien que cada uno ande con quien quiera. Pero esto es una cosa para los niños”.
Un año más, los niños de Vallecas regresaron a sus casas con la ilusión de abrir hoy los regalos, cargados con el botín capturado durante esta cabalgata de Reyes, reinas, dinosaurios y arcoíris.
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