Asociaciones de loteros catalanes denuncian un boicot al Gordo
Las administraciones aseguran que han caído las ventas
El vendedor ni siquiera se dio cuenta. Su cliente le pidió un número para el sorteo de la lotería de Navidad y cogió el primero que tenía a mano. Empezaba por 155, como el artículo de la Constitución. "¿Por qué me das esto? No lo quiero, dame otro", asegura que le dijo. "Estaba muy ofendido", recuerda Salvador Serra, presidente de la Asociación Provincial de Lotería de Girona. En esta provincia y en Lleida es donde estiman mayores caídas de la venta de lotería de Navidad en Cataluña, cuyo sorteo se celebra este viernes, un día después de las elecciones. El mismo 155 que el cliente rechazó, pero al final del número del boleto (00155) está agotado en toda España.
Asociaciones y loteros catalanes han visto cómo clientes de toda la vida han dejado de comprar como un rechazo más a España. "Tememos una bajada de hasta el 30% de la venta", señala Serra. Los datos oficiales no se conocerán hasta después del sorteo, pero los loteros viven con preocupación lo que consideran un "boicot" que ejemplifican casos como el de Carles, vecino de Girona, que toda su vida había comprado más de 300 euros en décimos de Navidad. Hasta ahora: "Este año no he comprado ni uno, sólo de la Grossa (la lotería catalana)". Como han hecho clubes deportivos, asociaciones, empresas y comercios. En una carnicerías de Girona también han decidido no hacer participaciones. "Moralmente no puedo", asegura su propietaria, informa Marta Rodríguez.
El primer lotero que dio la voz de alarma fue David Masip, presidente de la asociación provincial de Loterías de Lleida. En octubre, tras las cargas policiales durante el referéndum ilegal del 1-O, señaló que habían perdido un 25% de las reservas. "Hemos remontado un poco, cayeron las reservas por todo el jaleo y no las hemos recuperado, pero se ha compensado por ventanilla. Al final puede que perdamos entre el 7 y el 8%".
La Grossa espera mejorar resultados
En 2013, Elsa Artadi, mano derecha de Puigdemont y entonces directora general de Tributos y Juegos, puso en marcha la lotería catalana, la Grossa, cuyo sorteo principal se celebra el 31 de diciembre. El primer año vendieron 25 millones de euros, una cantidad que ha ido bajando hasta los 20,5 de 2016. El "boicot" a la Lotería Nacional que denuncian las administraciones puede beneficiarle. La consignación —papeletas repartidas en quioscos, gasolineras o supermercados— asciende a 30 millones, un 25% más de la que se envió en 2016. Los números quedan muy lejos de lo que distribuye la lotería estatal —3.400 millones en toda España, 442 solo en Cataluña—.
Masip distribuyó una carta de respuesta al mensaje que le llegó para "un boicot a la Lotería Nacional". Explicaba que 2.000 familias viven de las administraciones de Lotería en Cataluña. Y que entre los trabajadores hay "gente de todos los colores. Los que creyeron en el derecho a decidir y los que no".
Loterías y Apuestas del Estado asegura que espera mejores ventas que el año pasado, también en Cataluña. Sin embargo, de modo preventivo, se celebró una reunión extraordinaria con las cuatro administraciones provinciales de Cataluña el 7 de noviembre, por el posible impacto de la crisis catalana. Cataluña vendió en 2016 una media de 52,04 euros de lotería por habitante, situándose como la undécima comunidad en gasto, con 393 millones de euros (de los 2.673 totales).
"No vull Lotería Nacional (No quiero lotería Nacional)". En su administración en Valls (Tarragona) Soledad Baiget ha oído esta frase más de una vez. "No nos había pasado antes", explica al teléfono. Las ventas de Navidad suponen el 70% del negocio. "Si deciden boicotear la lotería, deberían hacerlo también con el tabaco y a la bebida, dejemos el tema político de lado. Nosotros repartimos felicidad", reflexiona.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.