Los comunes y Podemos esperan asir la llave de la gobernabilidad
Domènech se erige en la única alternativa a Puigdemont con un gobierno de izquierdas
Catalunya en Comú-Podem ha cerrado la campaña con la esperanza de que los resultados del 21-D le permitan ser decisiva y tener la llave de la gobernabilidad. Xavier Domènech, candidato de los comunes, ha dejado claro desde el primer día que bajo ningún concepto investirán ni a Inés Arrimadas, cabeza de lista de Ciudadanos, ni a Carles Puigdemont porque a ambos les tachan de ser de “derechas”. Su propuesta es fraguar un gobierno transversal de izquierdas con ERC y el PSC que rompa el enconado duelo entre bloques. “O Puigdemont o nosotros; o el bucle o nosotros. No hay más alternativa”, proclamó anoche Domènech. "Quiero que vuelva pero no puede estar en el futuro Gobierno de Cataluña".
La duda es si esa hipótesis puede cuajar ante el veto recíproco de sus eventuales socios. La coalición asume el riesgo de nuevas elecciones si no logra su objetivo. Por ello, el cabeza de lista ya avanzó ayer por la mañana que tenderá puentes con Miquel Iceta tras el 21-D. En el Teatro Joan de Segarra de Santa Coloma, que se quedó pequeño y ante un auditorio entregado, los comunes celebraron su último mitin con la sensación de que han ido de menos a más. Tras modificar su agenda y para impulsar el tirón final, toda la ejecutiva de Podemos -desde Pablo Echenique, Irene Montero o lñigo Errejón, desembarcó ayer en Cataluña para arropar a Domènech. Por primera vez, se escucharon con más ahínco los gritos de Sí se Puede y banderas moradas de Podemos, ahora alicaído tras la destitución de su ejecutiva. Pablo Iglesias pidió a los electores que voten con “instinto de clase” el 21-D y que no se dejen seducir por quienes se envuelven en banderas.
¿Alguien de izquierdas puede votar a Iceta? Para conseguir que gire a la izquierda solo se puede votar a Domènech", afirma Pablo Iglesias
"Menos banderas, menos tuits y más hechos", afirmó Iglesias entre los aplausos del público que abogó por aplicar a Cataluña el modelo de políticas sociales que Ada Colau aplica desde el Ayuntamiento de Barcelona. El líder de Podemos afirmó que Domènech es la "única garantía" de cambio y de solución política y encendió todas las alarmas con el PSC. "Primero pidieron librarnos de Rajoy y hoy quieren gobernar con Arrimadas y Albiol. ¿Tiene sentido que alguien de izquierdas vote a Iceta?", se preguntó. "Para conseguir que gire a la izquierda, solo se puede votar a Domènech".
Los comicios han pillado a contrarreloj a los comunes, que han intentado actuar de rompehielos para colocar la agenda social y no someterse ni al procesismo ni al bloque de “Aznar” como así denominan a los partidos que apoyan el artículo 155 (Ciudadanos, PSC y PP). No han querido ir a rebufo y, dicen, por eso esta vez no han abanderado su propuesta estrella del referéndum. Ada Colau pidió “recoser” lo que han roto los “malos gobernantes”. Tienen un objetivo y un rival a batir: lograr que Ciudadanos no les arañe votos en el área metropolitana como sucedió a la coalición de izquierdas en el 27-S.
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