La reactivación de la mina de Touro enciende al sector del mar
Denuncian los efectos contaminantes que tendrá en la ría Arousa la extracción de más de 100 millones de toneladas de cobre
Las cofradías integradas en la Plataforma en Defensa de la Ría de Arousa (PDRA), han presentado una moción conjunta en todos los ayuntamientos costeros de las provincias de Pontevedra y A Coruña, para exigir a la Xunta que paralice la reactivación de la mina de cobre de Touro por los graves efectos tóxicos que tendría su explotación en el estuario del río Ulla y, consecuentemente, para el marisqueo y la pesca. La PDRA denuncian que esta concesión pondría en riesgo la principal área de produción de moluscos de la UE, además de la captación de agua potable en los municipios de Vedra, Boqueixón, Teo, Padrón, Dodro, Rianxo, Boiro, A Pobra do Caramiñal, Ribeira, Pontecesures, Valga, Catoira y Vilagarcía de Arousa.
La ejecución de este macroproyecto también afectaría, dice el sector del mar, a la conservación de los espacios protegidos de la ría, como el Parque Nacional Illas Atlánticas, y la Zona de Especial Conservación Ulla-Deza, porque la mina aumentaría el drenaje de contaminantes hacia la cuenca del Ulla, “afectando irremisiblemente a su riqueza medioambiental”, señalan. La reactivación de la mina por el grupo multinacional Atalaya Mining prevé una duración de 16 años sobre aproximadamente 700 hectáreas de las 1.800 que ocupa la concesión, donde se extraerán 267 millones de toneladas de materiales, casi la mitad de mineral de cobre.
Denuncia la PDRA que para extraer los minerales se realizarán 6 voladuras diarias, empleando cada una de 9 a 16 toneladas de explosivos, lo o que producirá microterremotos que afectarán a la estabilidad de los diques de contención de las balsas de lodos. El proyecto estima que durante los tres primeros años se van a verter hasta mil litros anuales de aguas, que, después ser utilizada en el tratamiento químico necesario para precipitar los metales, será vertida al río, provocando sedimentos tóxicos.
Debido a que estos son los residuos más peligrosos por contener restos de metales, está previsto almacenarlos en depósitos. Impermeabilizados, en una superficie de 269 hectáreas, lo que da una idea del volumen que tendrá este silo químico con efectos cancerígenos. “Ante los previsibles efectos prejudiciales que todos estos materiales van a tener para la calidad de las aguas de los afluentes del río Ulla, la empresa prevé el impermeabilizado y clausura de estos residuos al final del proyecto, sin tener en cuenta que son degradantes y con el paso del tiempo se verá incrementada la contaminación de las aguas proporcionalmente al volumen de residuos peligrosos almacenados”, denuncian en la moción.
Además alertan de que los ayuntamientos situados río debajo de la mina podrán verse afectados por la captación de agua potable. “La experiencia previa constató el importante daño ambiental que esta explotación minera originó, y sigue haciéndolo, en la cuenca del principal río que desemboca en la ría de Arousa”, afirma el sector del mar.
De hecho, recuerdan que actualmente, en Pucheiras, afluente del Ulla, tras estar en contacto con la zona de explotación abandonada presenta niveles de cadmio y de mercurio muy superiores a los máximos legales permitidos. La plataforma defiende que el sector primario del mar en Arousa (mariscadores, marineros y bateeiros) representa el 1,33% de la economía gallega, y cerca del 33% del valor añadido, además de dar empleo a miles de familias, con el 44% del marisqueo a pié, casi la mitad de las embarcaciones y el 68 por ciento de las bateas de Galicia, según datos de 2016. También recuerda el sector, que en las lonjas arousanas se movieron más de 91 millones de euros y más del 70% del mejillón producido en toda la Comunidad autónoma, además de la actividades empresariales que genera como depuradoras, conserveras y cocederos.
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