La CUP no participará en el Parlament si ganan los constitucionalistas
Los anticapitalistas se plantearán entrar en el Govern si ERC y Junts per Catalunya optan por la vía unilateral
La CUP solo contempla la vía unilateral para “implementar” la independencia. La formación anticapitalista está dispuesta a plantearse su entrada en un Gobierno de Junts per Catalunya y Esquerra Republicana en el caso de que se comprometan a iniciar un “proceso constituyente” de la república y recuperar las leyes sociales declaradas nulas por el Tribunal Constitucional. Pero si las candidaturas secesionistas pierden o deciden limitarse a “combatir los efectos del 155”, la CUP no participará en los actos del Parlament.
La vía unilateral sigue siendo el único camino que la CUP entiende para lograr la independencia de Cataluña, que considera “proclamada”, pero no “implementada”. En caso de que Junts per Catalunya o ERC decidieran no hacerlo, el programa electoral de los anticapitalistas prevé que estos no participen en los plenos del Parlament, optando por una “táctica de no colaboración o de voto de bloqueo”.
En ese escenario, la CUP entiende que ERC y Junts per Catalunya —la candidatura de Carles Puigdemont— “ignoran el mandato popular del 1 de octubre” y, en consecuencia, los 2,2 millones de votos independentistas que la Generalitat contó al final de la jornada del referéndum ilegal. En caso de un compromiso claro por la implementación de un hipotético Estado catalán, entrarían eventualmente en el gobierno siempre que sus militantes lo ratificaran antes en asamblea.
Los anticapitalistas se plantean un tercer escenario que consistiría en dar apoyo sin entrar a formar parte de un gobierno que “materialice la república” y, de nuevo, dé validez a las normas catalanas del ámbito social, como las referentes a la pobreza energética o las hipotecas, un conjunto de leyes que la CUP define como “decretos de la dignidad”. Los anticapitalistas señalan 12 condiciones para investir a este posible Gobierno, entre ellas, un “plan de choque contra la pobreza”, la creación de un “banco central catalán”, el desarrollo de una banca nacional o la creación de una red pública de telecomunicaciones.
La CUP exigirá a este Gobierno que despliegue la ley de transitoriedad, suspendida por el Constitucional, y la convocatoria de una “asamblea constituyente” con participación ciudadana.
Desobediencia
En la primera semana de campaña electoral, la CUP centró su discurso en criticar al bloque constitucionalista por apoyar la aplicación del artículo 155 y en ensalzar las movilizaciones del mundo independentista en las calles, como la huelga general y el llamado “paro de país” del 3 de octubre y los cortes de carreteras del pasado 8 de noviembre.
Los anticapitalistas se dirigieron el sábado por primera vez en la campaña de forma explícita a ERC. El partido exigió a la candidatura que encabezan Oriol Junqueras y Marta Rovira que practiquen la desobediencia para ir hacia la secesión.
“No se puede negar la potencia de la unilateralidad. Aquellos que ahora dudan del camino recorrido se hacen atrás y renuncian a la gran revolución”, avisó la exdiputada Eulàlia Reguant, que cierra la lista del partido. Reguant aseguró que “espera” que los republicanos “recuperen la vía unilateral”.
Durante los primeros días de la campaña, la CUP apenas lanzó ataques a los partidos del bloque independentista, si bien sí advirtió de que la falta de concreción en los planes de esas candidaturas hacían pensar en programas “autonomistas”. La candidatura anticapitalista, liderada por el sociólogo Carles Riera, se aferra a que se mantenga una amplia mayoría separatista en el Parlamento catalán, lo cual descartan la mayoría de las encuestas.
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