Los partidos independentistas mantienen el ‘procés’ pero sin concretar plazos
ERC y JuntsxCat apuestan por el "diálogo" con el Estado para "construir" la República catalana
Tras cinco años de procés, los partidos independentistas quieren prolongar esa dinámica tras las elecciones del 21-D. Pero a diferencia de los comicios de 2015, ni Junts per Catalunya (JuntsxCat) ni ERC concretan cómo lo harán. Las dos formaciones, que en estas elecciones pugnan por convertirse en la fuerza hegemónica del soberanismo, coinciden en sus planes de “construir una república catalana”, aunque sin fijar plazos ni hacer referencia a la vía unilateral. La CUP tachó ayer los programas de “autonomistas” precisamente por esa ambigüedad.
El expresident y candidato de JuntsxCat, Carles Puigdemont, ha venido acusando desde Bruselas al Estado de querer “vengarse” por cumplir el programa con el que fue elegido jefe del Ejecutivo catalán en 2016. En la campaña del 27-S, la coalición de Junts pel Sí, formada por la antigua Convergència y Esquerra, se fijó un periodo máximo de 18 meses para celebrar unas elecciones constituyentes de un nuevo Estado catalán tras una declaración solemne del Parlament. Los acuerdos alcanzados con la CUP implicaron modificar esa hoja de ruta, que incorporó la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre. La gestión de la declaración de la república el pasado octubre acabó por romper la unidad que había exhibido el independentismo.
Los partidos soberanistas no quieren dar por muerto el procés, pero la constatación de que la independencia es inviable por la vía unilateral y que no será reconocida por ningún país ha hecho cambiar la estrategia de ERC y JuntsxCat. Ambos partidos se fijan como prioridad el fin de la aplicación del artículo 155. El número 6 por Barcelona del partido de Puigdemont, Josep Rull, resumió ayer así los principales objetivos de la campaña: “Libertad, amnistía, dignidad y normalidad democrática”. A partir de ahí, los dos partidos quieren seguir “construyendo” la “República catalana”, pero sin hoja de ruta ni plazos.
En sus programas electorales, las dos formaciones ofrecen algo que se podría entender como un procés pero dentro de la ley. Esquerra, por ejemplo, habla de “impulsar un gran diálogo de país” que amplíe la base independentista para “hacer realidad la república catalana”. Los republicanos aseguran que trabajaran para “hacer efectivo el reconocimiento del derecho a la autodeterminación” del 1 de octubre. No obstante, aceptan que ese ejercicio solo se puede conseguir mediante una “negociación bilateral”.
ERC entiende que este pacto, al que emplazan al Estado y a las instituciones europeas, debe negociarse en condiciones de igualdad y “sin ninguna renuncia previa por parte del Parlament y el Govern”. Marta Rovira, la número dos de la candidatura por Barcelona, insistió ayer en que “siempre, siempre, siempre” su partido ha defendido la vía del diálogo y acusó al Gobierno del PP de no querer sentarse en la mesa. “La vía del diálogo no implica renunciar a ningún objetivo político”, agregó Rovira.
El programa de Juntsxcat se propone también “construir la república catalana” y se reafirma en el “derecho a la autodeterminación”. Sin embargo, no fija ningún calendario ni ningún plan para ello, más allá de “abrir un diálogo con el Estado español” después de conseguir la “restitución” de Puigdemont en la presidencia de la Generalitat y lograr la “revocación” de las “causas” de los consejeros cesados y los líderes de las entidades soberanistas.
La jefa de campaña de JuntsxCat y número 10 por Barcelona, Elsa Artadi, sostuvo que si el independentismo gana el próximo 21 de diciembre tendrá “más poder de negociación”. Si bien insistió en que su voluntad es “implementar” los resultados del 27-S y del 1 de octubre, Artadi no concretó cuál sería el contenido del diálogo del Estado. “La voluntad el pueblo catalán”, dijo. Tampoco quiso referirse a la posibilidad de retomar la vía unilateral y se limitó a acusar al Estado de actuar de esa forma al aplicar el artículo 155 de la Constitución.
La posición del PDeCAT
Esa es la fórmula que empleó Puigdemont en una entrevista a TV-3 para referirse a los siguientes pasos que podría dar un Ejecutivo independentista. Entonces, el expresidente no descartó utilizar la vía unilateral para seguir con el proceso, aunque se mantuvo ambiguo al respecto. La formación es consciente de que una parte del electorado y del propio PDeCAT quiere no quiere dar más pasos que pongan en riesgo la estabilidad social y económica de Cataluña. La coordinadora general del partido, Marta Pascal, recordó el domingo que las “grandes decisiones” del futuro grupo parlamentario de JuntsxCat se adoptarán en el seno del PDeCAT y advirtió: “No daremos más pasos si no somos más gente y no asumimos que imponiéndonos plazos nos hemos castigado”.
El economista y exconsejero Andreu Mas-Colell, una de las personas con más ascendente dentro del partido, advirtió recientemente en un artículo en el diario Ara que los partidos independentistas debían ser explícitos en sus programas electorales sobre si pensaban volver a imponerse plazos o actuaciones unilaterales, puesto que existe el riesgo que los votantes nacionalistas más moderados decidan quedarse en casa el 21-D. Y menos cuando ERC y JuntsxCat pueden volver a quedar atrapados por la CUP.
De momento, el independentismo ha fracasado en su intento de pactar e incluir puntos comunes en sus programas electorales. Si bien tanto CUP como ERC y Junts pel Sí abogan por la libertad de los exconsejeros y los líderes independentistas que están en prisión preventiva y por poner fin a la aplicación del artículo 155, no logran llegar a un acuerdo sobre el punto del futuro nacional de Cataluña. Los anticapitalistas no renuncian a la vía unilateral y ven en la ruptura sin paliativos la única salida, mientras que ERC cree que “hay que hacer república” —lo cual no dista mucho de “gobernar”— y la prioridad para JuntsxCat es “restituir” la figura de Puigdemont.
Los exconsejeros Rull, Turull y Mundó entran en campaña
Jordi Turull y Josep Rull, números cuatro y seis de Junts per Catalunya por Barcelona, se “volcarán” en la campaña para que Carles Puigdemont “vuelva a ser presidente” y “restituir la normalidad”. Así lo expresaron ayer los dos consejeros cesados, en libertad bajo fianza desde el lunes. Rull aseguró que sale de la cárcel sin “resentimiento ni rencor” y añadió que no pararán hasta ver “libres” al exvicepresidente Oriol Junqueras; al exconsejero Joaquim Forn; al número dos por Barcelona de JuntsxCat, Jordi Sànchez, y al líder de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart. Turull llamó a los ciudadanos a ir a las urnas masivamente para “derrotar el 155”.
También el exconsejero Carles Mundó participó en el primer día de campaña de ERC. Junto a la número dos de la lista por Barcelona, Marta Rovira, reivindicó la obra de ERC en el Govern cesado. Lo hizo en un acto frente a la cárcel Modelo, que cerró este año tras más de un siglo de funcionamiento.
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