Arturo Canalda dice que nadie puso ninguna objeción a la compra de Inassa
El presidente de la Cámara de Cuentas ha respondido en la comisión de la corrupción sobre la compra cuando era director gerente del Canal
"Nadie puso ninguna objeción, nadie hizo ningún cambio", ha sostenido Arturo Canalda en referencia a los consejos de administración del Canal de Isabel II donde se decidió la compra de Inassa en 2001. La operación está siendo investigada por el juez en el marco de la operación Lezo por supuestos sobrecostes, y por la comisión de la corrupción de la Asamblea de Madrid ante la que ha comparecido esta mañana Canalda. La adquisición se autorizó por el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid, presidido entonces por Alberto Ruiz-Gallardón, por un total de 73 millones de dólares (aproximadamente 83 millones de euros con un endeudamiento de 51,1 millones), aunque su valor era mucho menor, según investiga la Audiencia Nacional.
El presidente de la Cámara de Cuentas se ha ayudado en su declaración de una copia de las actas de los consejos de administración del Canal (8 de octubre y 14 de noviembre de 2001) en las que se decidió la operación, que obtuvo cuando dejó el ente público. Documentos que, a pesar de ser públicos, todavía no ha conseguido la oposición (PSOE, Podemos y Ciudadanos) aunque lo ha solicitado en repetidas ocasiones. El PP no las entrega porque, esgrime, forman parte de la investigación judicial del caso Lezo. Canalda, sin embargo, no entiende la razón por la que "estas actas no salen, no hay nada que ocultar", ha comentado.
Ha afirmado al mismo tiempo que "desde el punto de vista legal la operación no tenía ningún problema". En el momento de la transacción, Canalda ocupaba el puesto de director gerente del Canal de Isabel II. Los parlamentarios han insistido una y otra vez en conocer la razón por la que la operación se llevó a cabo en Panamá (siendo Inassa colombiana) a través de una empresa interpuesta (Canal Extensia), que se creó con ese único fin. Canalda ha mantenido que nunca tuvo dudas "de que hubiera nada raro en la operación, no albergué la más mínima sospecha". A pesar de ello, ha reconocido que cuando le indicaron que la adquisición se iba a producir en un paraíso fiscal pidió explicaciones.
Pero si existió algún recelo por su parte, este se disipó cuando los técnicos le indicaron que la firma Garrigues había elaborado un informe de planificación fiscal que no encontraba ningún problema en que la transacción se realizará en el paraíso fiscal. Además, el Canal no se iba a quedar en Panamá, porque la empresa creada allí se disolvió en el mismo momento en que se materializó la adquisición de Inassa, ha añadido. En cuanto a la aprobación por parte del consejo de administración, ha explicado que el órgano directivo es "soberano para comprar donde quiera y como quiera".
El presidente de la Cámara de Cuentas ha espetado a Miguel Ongil, diputado de Podemos, que él no está imputado. En el caso de que le llamara un juez dejaría la presidencia de la Cámara de Cuentas, ha añadido, pero por responsabilidad porque ninguno de sus miembros puedes ser "removido de su puesto sin una sentencia firme".
El plan estratégico
A la misma comparecencia ha asistido Carlos Mayor Oreja, consejero y expresidente del Canal de Isabel II cuando se reactivó la expansión de la empresa de aguas madrileña en América. "Yo me hago responsable del gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón" y del desarrollo de la empresa fuera de España, ha dicho. En su declaración, se ha atribuido la decisión de que el Canal creciera por Latinoamérica. Cuando él llega al ente público se encargó a la empresa PwC la elaboración del plan estratégico. "En ese trabajo aparece de forma reiterada la sensación de que se había perdido una oportunidad y que era algo que había que retomar", ha explicado.
El trabajo, que duró meses, se aprueba por el consejo de administración y por "indicación mía". A la pregunta de si Ruiz-Gallardón participó en el visto bueno, ha asegurado que "no era competente", pero que tuvo conocimiento de ello. Posteriormente, Mayor Oreja es sustituido como consejero de Medio Ambiente y presidente del Canal por Pedro Calvo, bajo cuya dirección se compra Inassa.
El exconsejero ha mantenido que la operación de adquisición de Inassa valía la pena, entre otras cuestiones porque la propone el Banco Mundial. Es entonces cuando se dice que se estudie y se realicen las valoraciones pertinentes, explica. Él participó en el Consejo de Gobierno en el que se autorizó la transacción, pero ya como consejero de Educación, por lo que "no tuvo conocimiento" de que la compra se hiciera en Panamá. En dicha reunión se da el visto bueno al objeto del negocio, es decir, a la compra de Inassa y al endeudamiento, ha recordado.
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