El saxofonista Benny Golson, estrella del Jimmy Glass Jazz Festival
El certamen valenciano reúne propuestas de vanguardia y grandes mitos del género
“Esto es como un proyecto de vida, si quieres que funcione” dice Chevi Martínez, director del Festival de Jazz Contemporáneo del Jimmy Glass. Hace veintiséis años creaba en el corazón del barrio del Carmen un espacio para los aficionados al jazz que con el paso del tiempo ha acabado convirtiéndose en referente de la escena musical. “Como otros adolescentes de los años sesenta mis inclinaciones musicales comenzaron con el rock, la música pop y por evolución, también por curiosidad, comienzas a abrirte a otros géneros, a otros territorios musicales, y en mi caso, este fue el jazz, que finalmente se ha convertido en una dedicación absoluta”. Contra viento y marea ha conseguido consolidar una propuesta musical en una ciudad, Valencia, que había visto desaparecer propuestas similares. “En esto del jazz, como género y oferta, siempre se ha vivido con una cierta eventualidad. Yo aposté por el jazz hace años y he procurado mantenerme, cosa que no ha sido fácil”. “Trabajar con un género como el jazz, que sabes que tiene un público muy determinado, más minoritario que mayoritario, como digo, no es una empresa fácil y requiere alma, corazón y vida”.
Desde el pasado mes de octubre la sala Jimmy Glass acoge el Festival de Jazz Contemporáneo que llega a su séptima edición. “Coincidiendo con el veinte aniversario del local pensé que estaría bien realizar un festival permanente de jazz, un festival de jazz contemporáneo, que diera cabida tanto a propuestas internacionales como del propio país, propuestas novedosas, creativas, de calidad, estos debían ser los requisitos a mi juicio imprescindibles”. En la consolidación del festival señala el trabajo realizado en estas más de dos décadas de vida de la sala. “Mantener una agenda con grupos internacionales, tanto de Europa como de Norteamerica, solo es posible si has sabido crearte una respetabilidad. Has de crearte un prestigio para poder estar dentro del circuito internacional y eso solo llega despues de muchos años de trabajo, de ser tenaz, de lo contrario resulta muy complicado, por no decir imposible”. “Por otro lado hay que señalar la adaptación de los propios músicos, los músicos de jazz disfrutan tocando en esos locales que ellos saben que reúnen una atmosfera especial, que en ellos se respira una energía ambiental, y creo que Jimmy Glass está dentro de esas coordenadas”. “Es gracia a ese pedigrí como sala que nosotros podemos contratar a figuras internacionales que se adaptan a nuestras características, porque aquí estamos hablando de un aforo limitado, no hablamos de un teatro o de un auditorio”. “El músico de jazz le gusta tocar en esos locales que reúnen esa tradición jazzística”.
“Aún a riesgo de ser tachado de programador osado o de presentar programas demasiado arriesgados siempre busco aquellas propuestas que están marcadas por un sello de contemporaneidad”. “El festival, su ADN, es esta marca contemporánea que hemos podido ver en algunos de los conciertos que hemos programado como el de Michaël Attias Quartet o el de E.J. Strickland Quintet, o propuestas de fusión como las del cuarteto de cuerda Petro Klampanis With Strings, de jazz y música balcánica”.
Dentro de la programación del Festival de Jazz Contemporáneo el próximo jueves 16 de noviembre está anunciada la actuación de una leyenda del jazz, el saxofonista norteamericano Benny Golson. “Sólo viendo algunos de los nombres con los que ha colaborado, con los que ha tocado, tienes prácticamente la historia del jazz del siglo XX”.
“Muchos de sus temas por él creado se han convertido en piezas imprescindibles para los músicos de jazz. Estamos hablando de uno de los últimos grandes mitos del jazz del siglo XX”. El festival pondrá el punto final con el quinteto de Alexey León fusionando acentos cubanos y jazzísticos el próximo día 22 de noviembre. “Hay veces que las cosas te salen mejor, otras por el contrario, te salen peor, pero siempre intento buscar ese plus de de vanguardia y creación. Realizar lo que verdaderamente quiero hacer. Ser honesto conmigo”. Y señala con un punto de satisfacción. “A lo largo de todos estos años son muchas las personas que se han ido acercando al local, por curiosidad, sin ser aficionados al jazz, y con el paso del tiempo han acabado adquiriendo una excelente cultura musical jazzística”.
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