“Una estrategia perfectamente organizada”
El auto de la juez Carmen Lamela destaca el reparto de papeles entre el Govern, el Parlament y las asociaciones independentistas
Carles Puigdemont prometió llevar a Cataluña a la independencia, pero desde ayer la mayoría de los que fueron sus consejeros están en prisión y los que se marcharon a Bruselas, con el expresident al frente, tienen muchos números para acabar igual. Finaliza así un camino en el que el Ejecutivo catalán se mantuvo unido, pese a las discrepancias internas surgidas en este tiempo entre el PDeCAT y ERC. La juez Carmen Lamela asegura en el auto de prisión que los encarcelados “urdieron una estrategia de todo el movimiento secesionista perfectamente organizada y con reparto de papeles entre las autoridades gubernamentales, parlamentarias y asociaciones independentistas”. Este es el papel que ha jugado cada uno.
Oriol Junqueras. Exvicepresidente y Economía
Oriol Junqueras formaba parte del núcleo duro que pilotó el referéndum e impulsó y consiguió “la aprobación de leyes para dotar de aparente cobertura normativa al proceso de separación del Estado español”. Pese a que siempre quiso que las decisiones se tomaran de forma colegiada por todos los exconsejeros, se acabó creando un órgano de coordinación política. El exvicepresidente fue el responsable de incluir en los Presupuestos una partida de 6,2 millones de euros para la consulta. El otro encargo que tenía era el de desarrollar la Agencia Tributaria de Cataluña, una de las “estructuras de Estado” para que la Generalitat asumiera la gestión de todos los impuestos.
Joaquim Forn. Interior
Fue elegido para dirigir a los Mossos d’Esquadra por su determinación independentista. Forn cambió la proclama de su antecesor. “Los Mossos permitirán la salvaguarda de la seguridad y que cualquier ciudadano pueda votar en una situación de seguridad y tranquilidad”, dijo. A dos días del referéndum, insistió en que los agentes obedecerían a los jueces, pero no aclaró si cerrarían colegios. La juez se refiere a sus reiteradas declaraciones. “Si hay buena voluntad y se acepta la nueva realidad política, no habrá ninguna colisión entre policías”, dijo el 11 de octubre, dando a entender que la policía catalana formaba parte del proyecto independentista.
Meritxell Borràs. Gobernación
Fue la primera persona del Gobierno de Puigdemont contra la que se querelló la fiscalía, en el mes de junio, por iniciar el proceso de compra de urnas para el 1 de octubre. Después se remodeló el Gobierno y fueron traspasadas esas competencias a Oriol Junqueras, pero el auto de prisión le atribuye el delito de malversación de caudales públicos por aquella actuación. “Decidió adoptar las medidas encaminadas a obtener los medios con que poder celebrar el referéndum”, dice la magistrada.
Raül Romeva. Asuntos Exteriores
Ha sido una pieza clave de la estrategia independentista en este tiempo. Aceptó encabezar en 2015 la lista de Junts pel Sí al Parlament pese a que ya era conocido que el candidato a la presidencia era Artur Mas, que ocupó el cuarto puesto en la lista. Experto en conflictos internacionales y eurodiputado por ICV durante una década, su elección buscaba dar un perfil más transversal a la candidatura y diluir las críticas por los recortes y la corrupción. Romeva asumió luego la cartera de Asuntos Exteriores y desde ese cargo, pese a tener escaso peso político en el Ejecutivo, tenía en sus manos uno de los mayores retos de la estrategia independentista: recabar apoyos internacionales a la causa. Llegada la hora de la verdad, sin embargo, su éxito ha sido prácticamente nulo.
Jordi Turull. Presidencia y Portavoz
Ha sido uno de los más fieles escuderos de Carles Puigdemont y antes de Artur Mas. Desempeñó el papel de bisagra entre el PDeCAT y ERC en el grupo parlamentario de Junts pel Sí y ha sido uno de los dirigentes que más ha presionado para bascular a la antigua Convergència hacia el independentismo unilateral, frente a las voces moderadas de Marta Pascal y David Bonvehí. Con 16 años empezó a militar en las juventudes de CDC y entró el pasado julio en el Govern como portavoz y consejero de la Presidencia, cuando Puigdemont sustituyó a los consejeros que tenían dudas ante el choque con el Estado. Turull ha sido uno de los personajes clave en el llamado Estado mayor del procés, el grupo que ha dirigido la estrategia independentista desde fuera de la Generalitat.
Dolors Bassa. Trabajo y Asuntos Sociales
Tenía encomendada otra de las “estructuras de Estado”, la Agencia Catalana de Protección Social, que debía ser el embrión de la Seguridad Social de la nueva república. La norma de creación de ese organismo, suspendida por el Tribunal Constitucional, era una de las tres “leyes de desconexión” acordadas por Junts pel Sí y la CUP. Al carecer de esas competencias, la agencia iba a gestionar, de momento, todas las prestaciones de la Generalitat. El auto judicial recuerda que Bassa “alentó” la huelga del 3 de octubre con un comunicado que exponía que el Gobierno destituido “se adhería al paro general” y en el que sostenía que el personal de la Generalitat que la siguiera no sería penalizado en su salario.
Carles Mundó. Justicia
A pesar de ocupar una cartera tan simbólica como la de Justicia, el republicano Carles Mundó ha tenido un perfil muy gris en todo este proceso. Abogado de profesión, sus intervenciones siempre fueron más jurídicas que políticas. En estos meses también y desde su cargo de consejero también ha impulsado varias querellas contra la fiscalía que fueron rechazadas.
Josep Rull. Territorio y Sostenibilidad
Ejerció desde 2016 como consejero de Territorio y Sostenibilidad, una cartera con bajo perfil para uno de los principales ideólogos de la antigua Convergència y del actual PDeCAT. Como consejero, se centró en denunciar los problemas de las infraestructuras catalanas que dependen del Estado. Su nombre ha circulado los últimos días en círculos del PDeCAT como posible candidato al 21-D. El pasado viernes, en una reunión con trabajadores de su departamento, aseguró: “Volveré el lunes no como consejero de la Generalitat, sino como ministro de la nueva república catalana”.
Santi Vila. Empresa y Conocimiento
Se desmarcó del Govern y dimitió horas antes de que el Parlament votase la independencia, un hecho que valora la juez y que “pone de manifiesto su voluntad contraria a consumar el intento secesionista”. Por ello no le atribuye el riesgo de volver a delinquir, pero sí se dice que jugó un “papel activo en el proceso” desde su cargo y recuerda que es de Òmnium Cultural.
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