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Puigdemont hace vida familiar en Girona después de proclamar la república

El destituido presidente ha grabado su mensaje en la sede de la Generalitat en la capital gerundense junto con su escolta y una persona de su equipo de comunicación

FOTO: Carles Puigdemont, este sábado en Girona. / VÍDEO: Puigdemont saluda a los ciudadanos por la calle.Foto: atlas | Vídeo: RAFAEL MARCHANTE (REUTERS) / ATLAS

Carles Puigdemont, el hasta el viernes presidente de la Generalitat de Cataluña, dedica este sábado posterior a la proclamación de la República catalana y de inicio de las ferias de su ciudad, Girona, a la familia y las amistades. A mediodía ha grabado un mensaje que se ha emitido por TV3 a las dos y media. A esa hora Puigdemont se dirigía a un restaurante céntrico para comer con su mujer y unos amigos. Decenas de personas le aplaudian, felicitaban o se hacían fotos con él. Hasta un equipo de baloncesto juvenil ha posado sonriente con el expresident. 

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Puigdemont, que vive en una localidad vecina a Girona, ha llegado esta mañana sobre las 12.30 a la sede de la Generalitat en la capital gerundense junto con su escolta y una persona de su equipo de comunicación. Sobre la una y media ha grabado, a la primera, el mensaje que ha mandado a la ciudadanía. El escenario escogido ha sido el patio de las Magnolias, justo frente a la escalinata que da acceso al edificio centenario que cobijó el Hospital Santa Caterina. El atrezo, un atril, una bandera catalana y una europea.

Tras finalizar la grabación, el expresidente de la Generalitat se ha dirigido a pie, acompañado por su mujer y una pareja de sus mejores amigos hacia la Plaça del Vi de Girona, la plaza del Ayuntamiento del que fue alcalde durante poco más que un mandato. Por el camino, la constante ha sido ser aplaudido y felicitado por los centenares de personas que había en la calle, en el primer fin de semana de las Fires de Sant Narcís, la fiesta grande de la capital gerundense.

Puigdemont, rodeado de ciudadanos en un bar de Girona.Vídeo: ELEONORA GIOVIO

La ciudad luce senyeras en los balcones y pancartas de “democracia”. Las banderas iban aumentando cuanto más te acercaras al Ayuntamiento. “Catalunya Nou Estat d’Europa” se podía leer en una de ellas. Cuando Puigdemont llegó al restaurante Plaça del Vi, justo enfrente del Ayuntamiento, eran las 14.40 y la gente estaba sentada en las terrazas tomando sol y cervezas. El equipo junior de baloncesto del Girona -apadrinado por Marc Gasol- se encontró al expresidente de la Generalitat y no dudó en pedirle una foto.

Media hora después ya había un centenar de personas en la puerta. “¿Crees que va a salir?”, se preguntaban unos a otros. Puigdemont salió pasadas las cuatro  de la tarde y las 300 personas que se habían congregado en la puerta, empezaron a aplaudirle y a gritar: “President, president” y “Catalunya lliure”. El expresident se dio un baño de masas.

Acompañado por su escolta, empezó a pasear por las callejuelas del casco histórico. En la Rambla de la Libertad, la gente salió de tiendas y negocios y se subió a las mesas para gritarle “No estás solo”. Le siguieron por el paseo, por el puente de San Agustín hasta llegar a la Plaça de la Independencia. Allí se sentó en una terraza de una cafetería, hasta que, ante la multitud de gente, le invitaron a entrar.

Puigdemont tiene previsto hacer vida de familia y no participar en actos oficiales de ninguna índole más allá del discurso de primera hora de la tarde.

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