ANC y Òmnium se blindan para sobrevivir a la ofensiva judicial

La división que vive el independentismo catalán tras la declaración de la república catalana en diferido, el pasado martes, también alcanza el seno de la Asamblea Nacional Catalana (ANC). La entidad que ha promovido las multitudinarias Diadas proclamó ayer a Agustí Alcoberro como su nuevo vicepresidente, en reemplazo de Natàlia Esteve. Un nuevo perfil más duro frente a la línea actual presidente Jordi Sànchez.

El cambio llega poco antes de que Sànchez, y su homólogo de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, tengan que ir a declarar a la Audiencia Nacional después de que la Fiscalía General presentara una denuncia por sedición contra ellos a raíz de las protestas de la Operación Anubis, que buscaba parar el referéndum.

Desde la ANC explicaron que la renuncia de Esteve se debía a motivos personales. Otras fuentes, sin embargo, recuerdan que los estatutos de la Asamblea establecen que el vicepresidente debe ocupar la posición de máxima responsabilidad en caso de que falte el presidente. En el hipotético caso de que Sànchez terminara en prisión, el exdirector del Museo de Historia de Cataluña ocuparía su lugar.

El relevo de Esteve también deja en evidencia las diferencias entre los miembros del secretariado nacional de la ANC. Muchos no comparten los posicionamientos de Sànchez respecto a la congelación de la declaración de independencia promovida por el president Carles Puigdemont y piden sacarla ya de la nevera. Esteve, publicó ayer La Vanguardia, llegó a tener roces con Sànchez incluso a pesar de su cercanía.

Alcoberro, de hecho, es una de las cabezas visibles del movimiento interno enfrentado al actual presidente. En las pasadas elecciones, el historiador y otras personas de peso como la actual consejera de Enseñanza, Clara Ponsatí, firmaron un manifiesto en el que criticaban que la entidad había perdido “transversalidad” desde que Sànchez era presidente. El nuevo vicepresidente se impuso en la primera votación a la otra candidata, Angels Folch.

En la reunión del secretariado nacional de la formación, en Sant Cebrià de Vallalta (Barcelona), Alcoberro leyó un manifiesto en el que agradeció el trabajo de los voluntarios que ayudaron el pasado 1 de octubre y criticó “la violencia injustificable y desproporcionada” que según él ejerció la policía del Estado durante el referéndum. Alcoberro también instó al Govern a “cerrar lo más pronto posible el camino iniciado” hacia la independencia.

La situación de Òmnium es distinta. La organización, más de carácter cultural que la ANC, es más monolítica y tiene dos vicepresidentes: Marina Llansana y Joan Vallvé. Sus estatutos también establecen que, en caso de que no esté el presidente, este cargo sea ocupado por los números dos. Y ante alguna eventualidad aceptan que existe un “plan de contingencia”.