El Atlético le ‘marca’ un gol al tráfico

La tarea parecía imposible: había que meter a 68.000 personas antes de las 20.45 en un estadio cuyos accesos no estarán construidos hasta diciembre. A pesar de los augurios, solo se registraron retenciones puntuales, sobre todo a mediodía. En las horas previas al partido, el tráfico, regulado por agentes municipales, fue bastante fluido. “El jaleo realmente está en las calles interiores, como la de Suecia, parcialmente cortada”, ha declarado Federico Graziano, un vecino del barrio. A su lado, Juan Amorós comentaba que la situación será más complicada los días de partido entre semana (el primero, el 27 de septiembre ante el Chelsea). "Unos saldrán de trabajar, otros vendrán al partido y va a ser un jaleo".

"Este sábado no ha sido un día especialmente traumático. La gente ha llegado desde la mañana y eso ha suavizado el colapso que esperábamos", ha reconocido Vicente Pérez, portavoz de las asociaciones vecinales de San Blas-Canillejas. El club organizó un programa de actividades desde las 11.30, nueve horas antes del partido inaugural ante el Málaga. La intención era minimizar los problemas de movilidad y el invento funcionó. Desde primera hora de la mañana familias al completo fueron llegando en tropel ataviadas con la camiseta rojiblanca para disfrutar. Había barras de bar (con hora feliz), música y una zona con castillos hinchables para niños.

El jueves, el Ayuntamiento pidió a la afición que estuviera en el estadio al menos dos horas antes del partido y esta cumplió con la recomendación al pie de la letra. Juan Crespo y José Blázquez llegaron pasadas las 18.00. Tomaron la línea 7 de metro en Coslada y arribaron al Metropolitano en cinco minutos. Antes tuvieron que guardar media hora de cola para comprar los billetes. Se quejaban de esto y del precio, seis euros. Minutos más tarde, también en metro desde Coslada, llegaron Sergio Mínguez y Ramón Galán: "Las colas para adquirir el ticket eran tan grandes que han abierto los tornos y no hemos tenido que pagar", han afirmado con una sonrisa. Sin embargo, Eduardo Hernández, que vive cerca de la estación de Cercanías de Pitis, estaba preocupado: "Me cierran a las 21.26 y los días que hay partido por la tarde tendré que venir en coche con un amigo. He escrito a Renfe y al club, pero no me dan soluciones".

Refuerzo de autobuses

Adrián fue de los que llegaron en coche: tuvo que dejarlo a dos kilómetros del Wanda y recorrer la distancia andando. Más fácil lo tuvo Jesús Martínez, socio del Atlético de Madrid. Hace unas semanas compró por 300 euros un bono para ocupar uno de los 3.031 aparcamientos del estadio durante toda la temporada. “Es más barato que los parkings del Calderón”. Martínez ha llegado desde Toledo y asegura que no ha tenido ningún problema al pasar por la M-40. Julia, en cambio, ha llegado al campo en un autobús de la línea 28, una de las que reforzará la Empresa Municipal de Transporte (EMT) cada día de partido.

La medida no le parece suficiente a Daniela Lillo, presidenta de la Asociación de Vecinos de Las Musas-Las Rosas: “No basta con poner líneas de autobús y lanzaderas. Los problemas de tráfico ya existían hace años. Llevábamos desde 2008 solicitando que se construyesen los accesos de la M-40 y la A-2, pero no se nos ha hecho caso”. La ausencia de estos accesos causaron problemas a quienes no siguieron las recomendaciones de llegar pronto al estadio. Es el caso de José Alberto, que se quejaba de que, a las 19.20, había permanecido más de 40 minutos varado en la M-40. Al menos, ha llegado a tiempo para ver la victoria de su equipo en el partido inaugural del Metropolitano.