El inglés y el precio de la vivienda, las preocupaciones del talento internacional en Barcelona

Los extranjeros que viven y trabajan en Barcelona como investigadores, inversores o empresarios empiezan a compartir las preocupaciones de los barceloneses. Una encuesta presentada este jueves por la plataforma Barcelona Global, dedicada a la captación de talento extranjero, muestra que las principales preocupaciones de los profesionales con una alta formación son el bajo nivel de inglés de los trabajadores y funcionarios barceloneses y el alto precio de la vivienda. Las virtudes de la ciudad que destacan los inmigrantes con trabajo cualificado son el clima y la oferta gastronómica y cultural.

En Barcelona viven casi 289.000 ciudadanos de origen extranjero. De ellos, Barcelona Global, que para la encuesta cuenta con la colaboración de Banc Sabadell y del Ayuntamiento, calcula que unos 20.000 son profesionales cualificados o "talento internacional", los llamados expats: investigadores de universidad, empresarios, emprendedores, inversores... En la tercera edición de la encuesta, que se realiza cada dos años, se han entrevistado 817 profesionales.

Para los impulsores de esta encuesta, la de este año tiene una importancia especial: se espera que, de salir adelante la candidatura de Barcelona como sede de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), lleguen 900 profesionales a la ciudad. "Este talento internacional que puede venir aquí se pregunta si esta es la mejor ciudad para ellos, y la mejor respuesta que pueden recibir es la de los extranjeros que ya viven aquí", ha afirmado Mateu Hernández, director general de Barcelona Global. Según él, las conclusiones del informe "avalan la candidatura de la ciudad para la EMA".

El talento internacional en Barcelona destaca la alta calidad de vida, el clima, la oferta cultural y gastronómica, y el buen sistema sanitario de la ciudad. "Barcelona es una ciudad global y cada vez más abierta, y esto hace que los extranjeros se sientan cada vez más parte de la ciudad", ha destacado Hernández. Los internacionales se sienten "bastante satisfechos" de las infraestructuras y la conectividad que ofrece el aeropuerto, de las condiciones de vida en Barcelona, y de la presencia de una comunidad internacional en la ciudad. 

Sin embargo, hay elementos que deben mejorar, como muestra la encuesta, pero que en los últimos años se ha avanzado muy poco. La mayor preocupación de los extranjeros con trabajo cualificado en Barcelona es el bajo o nulo nivel de inglés entre los trabajadores y los funcionarios de la ciudad. Por detrás viene la inquietud por el alto precio de la vivienda, tanto de compra como de alquiler, una percepción que ha empeorado en los últimos dos años entre los extranjeros. "Con la salida de la crisis ha aumentado el coste de la vida", ha añadido Hernández.

Otros aspectos que los trabajadores internacionales consideran que podrían mejorar es la lentitud de la burocracia (tramitar un NIE, por ejemplo, puede tardar varias semanas) y la alta fiscalidad. Tampoco están muy satisfechos con la oferta educativa para los hijos, especialmente por la falta de oferta de inglés en las escuelas. La presencia equidistante entre el catalán y el castellano, en cambio, es un aspecto que "no afecta" a los trabajadores extranjeros, y que hasta "enriquece" la experiencia.