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Santi Vila asegura que la destitución de Baiget tuvo “un punto injusto”

El consejero bromea en el traspaso a su sucesor Lluís Puig que no echará de menos el presupuesto de Cultura

José Ángel Montañés
Santi Vila, consejero saliente de Cultura, y Lluís Puig, entrante, durante el traspado realizado en el Palau Marc.
Santi Vila, consejero saliente de Cultura, y Lluís Puig, entrante, durante el traspado realizado en el Palau Marc.Gencat

El traspaso y el cambio en las consejerías tienen un protocolo que se cumple a rajatabla. Primero se nombra al conseller, al día siguiente se jura o promete el cargo delante del gobierno y del presidente de la Generalitat y al día siguiente se produce el traspaso de cartera en la consejería. Esta mañana se ha producido el cambio del consejero Santi Vila -que ha sido nombrado consejero de Empresa para sustituir al destituido Jordi Baiget por cuestionar el referéndum del 1-0- a Lluís Puig en la sede la consejería de Cultura, en compañía de los trabajadores y funcionarios de este departamento y de muchas de las personas vinculadas con la cultura catalana. Durante el acto, el saliente Vila calificó el momento de “necesariamente agridulce”, por vivirse unas “circunstancias ingratas que tienen un punto de injusto en general”, en referencia a la destitución de su antecesor en Empresa.

Vila ha reconocido en su mensaje que ha estado en Cultura “con mucha ilusión” pese a sentirse “siempre bajo sospecha, porque todo el mundo decía que estaba de paso”. Sin embargo, él, ha explicado “me resistía, pensando, a ver si teníamos la inmensa fortuna de que los dioses nos permitan estar una legislatura al menos y poder afianzar unas políticas que requieren una continuidad y una estabilidad”. Al final “esto no ha sido así”, ha reconocido.

Vila ha explicado que el presidente Carles Puigdemont “me advirtió de que en unas horas por cómo se estaban acelerando las cosas sería muy probable que se sintiera en la necesidad imperiosa de cesar [al consejero Baiget] y me preguntó si contaba conmigo”, a lo que el consejero le dijo: "disposa".

Vila, que aseguró sentirse como Erasmo de Róterdam, “por su actitud ética y crítica con el Papa al que tenía frito pero también con los protestantes”, pero “siempre fiel”, reconoció que: "me he ganado la fama de heterodoxo crítico, pero también he acreditado que cuando el presidente me dice vamos, pues vamos”, aseguró ante más de un centenar de personas.

Vila ha alabado la actitud de todo el personal de su departamento saliente “siempre con aptitud crítica y cómplice, ya que aquí existe la tradición de tener criterio propio” y la sintonía con sectores como el editorial, audiovisual, lingüístico, museístico y de archivos, y ha asegurado que tras ver las cuentas de su nuevo departamento: "No echaré de menos el presupuesto de cultura", recomendando que “este país necesita creer más en la cultura”. "Ayer aprobé unas medidas para industria que eran más del doble de todo el presupuesto de este departamento".

Al final, Vila ha valorado la honestidad y la valentía del nuevo consejero, que ha dicho “aceptó en 30 segundo” y al que ha calificado de “un estrecho colaborador mío" al que calificó de “persona de mundo, educada, culta, creativa e inquieta” y le pidió que no dejara de trabajar en esa dirección pese a “las circunstancias extremas en las que desde el Estado solo recibimos amenazas contra nuestro patrimonio, nuestras familias y nuestras personas”.

Por su parte, el nuevo consejero de Cultura ha considerado "un reto y una responsabilidad" el encargo, que de momento ha vivido más como un dolor de cabeza, a la espera de situarse en su nueva cartera. Puig aseguró sentirse “un trabajador más de la cultura y para la cultura” y ha citado la Declaración Universal de los Derechos Humanos como colofón de su primer discurso.

El acto ha contado con la presencia de artistas y responsables de instituciones culturales, entre ellos el presidente del Consell Nacional de la Cultura i de les Arts (Conca), Carles Duarte; el cantante Gerard Quintana; el director del Museu Nacional d'Art de Catalunya (Mnac); Pepe Serra, y el director del Teatre Lliure, Lluís Pasqual, entre otros asistentes.

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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