La Fiscalía de Medio Ambiente investiga el derribo de un convento protegido
El PSOE presenta este miércoles una moción para que se investigue la cadena de errores y se restituya el edificio protegido
La Fiscalía de Medio Ambiente investiga el derribo parcial del convento de las Damas Apostólicas del Sagrado Corazón, un edificio de 1929 protegido por la ley regional. Así lo explica a EL PAÍS Paloma Sobrini, directora general de Patrimonio de la Comunidad: “Ahora le toca a la fiscalía dirimir las responsabilidades”. El PSOE presentará este miércoles una moción de urgencia en el pleno municipal para exigir que el Ayuntamiento investigue la cadena de errores que llevó a que se permitiera el derribo, iniciado el 20 de junio y paralizado un día después.
Sobrini confirma que el fiscal de Medio Ambiente ha pedido un informe técnico de los daños en el edificio para iniciar un expediente sobre lo ocurrido. "Nuestra labor es velar por preservar lo que queda del edificio y trabajar para que el nuevo proyecto se haga de manera responsable, es decir, que respete la volumetría existente de manera coherente", apunta la directora del Patrimonio regional.
“El Ayuntamiento tendría que haberlo evitado”, señala la concejal socialista Mercedes González, que presentará este miércoles en nombre de su grupo una moción de urgencia que exige al Consistorio "que abra una investigación sobre la demolición del convento con el fin de depurar responsabilidades, tanto desde el punto de vista político como de carácter técnico", en especial en relación con la Entidad Colaboradora Urbanística que autorizó el derribo, en este caso Deklara Obras y Actividades.
Este tipo de entidades son empresas externas que pueden conceder licencias urbanísticas a través de una Declaración responsable, un trámite simplificado basado únicamente en que un representante del propietario manifiesta, bajo su responsabilidad, que una actuación urbanística cumple con los requisitos urbanísticos exigidos por la normativa vigente.
La moción socialista exige además "una salvaguarda de aplicación inmediata que inhabilite la posibilidad de demoler edificios, así como tala de árboles, sin la oportuna comprobación previa por los servicios técnicos municipales". Y pide también que se actualice el Catálogo de Bienes y Espacios protegidos de la ciudad, motivo por el cual la normativa regional no se traduce en la protección de inmuebles en la capital. La propuesta saldrá previsiblemente adelante, ya que la oposición (PP y Ciudadanos) la apoyará, y es muy probable que el Consistorio no vote en contra.
Medidas del Ayuntamiento
Alerta vecinal
La noticia se conoció en la tarde del 20 de junio, cuando varios vecinos dieron la voz de alarma. "Están tirando un edificio histórico". Después, se hizo eco la asociación Madrid, Ciudadanía y Patrimonio, que llamó la atención de Paloma Sobrini, quien paralizó las obras al día siguiente. El inmueble está protegido por la Ley 3/2013 del Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, al ser un edificio conventual anterior a 1936.
Una portavoz municipal señala que ya se está elaborando un informe para depurar responsabilidades y evitar que lo ocurrido se repita. También se está preparando una nueva ordenanza de urbanismo para impedir que se pueda permitir un derribo con una Declaración responsable y sin control del Ayuntamiento. El Consistorio también parece ahora concienciado respecto al Catálogo de Bienes y Espacios protegidos, que lleva sin actualizarse desde 1997: "Vamos a sacar en breve un contrato menor para realizar un diagnóstico de la situación, determinar cuántos elementos catalogados hay y actualizar el catálogo", señala la portavoz.
En lo que puede no haber consenso es en otro de los puntos de la moción socialista, que solicita aplicar "medidas de carácter sancionador" y "restituir el convento a su estado original". "Cuando la gente destruye el patrimonio, que es alma de la ciudad, tiene que saber que eso tiene consecuencias", explica Mercedes González. Paloma Sobrini no cree que eso sea posible: "En patrimonio, restituir se entiende como conservar lo que quede y conseguir que lo nuevo sea coherente con lo antiguo; no se puede reconstruir el edificio, porque las piezas originales ya no están". En su opinión, la Dirección General de Patrimonio debe velar "por recuperar la traza y los volúmenes del convento derribados, pero nunca queriendo imitarlo".
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