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Gastronomía

Adiós al cucurucho

Abren locales que ofertan el corte de helado de toda la vida modernizado o pasteles japoneses rellenos de mantecado

Uno de los pasteles taiyaki de La Pecera relleno de helado.
Uno de los pasteles taiyaki de La Pecera relleno de helado.

Una, dos bolas o tres para los más golosos, en cucurucho o en tarrina. Hasta ahora, estos eran los formatos tradicionales que nos podíamos encontrar en las heladerías; sin embargo, algunos nuevos locales en la capital han optado por darle una vuelta de tuerca al concepto del helado, ofreciendo formatos originales que ya triunfan en otros países.

Creamies (Corredera Alta de San Pablo, 30), que abrió hace solo dos meses en Malasaña, ha dado un toque más personal al sándwich de helado de toda la vida. Aquí, en lugar de barquillo, lo que rodea al helado son galletas, unas cookies caseras y blanditas que se pueden elegir en tamaño L, XL y hasta XXL. Las hay de chocolate y chocolate blanco y, para los que no sean muy de galletas, cuentan con la opción de las berlinas, ya sean clásicas o de Oreo. Los helados son artesanos y muy cremosos, y los sabores están pensados para los fans de lo muy dulce: Kinder y brownie, crema de donut, vainilla y cookies, yogur y frutos rojos y hasta uno de color azul inspirado en Triki, el monstruo de las galletas.

Además, Creamies cuenta con un sabor, Movida Madrileña, que van cambiando cada cierto tiempo para sorprender a su clientela. Hasta la fecha, han tenido en esta categoría helado con sabor a chicle y a bombón Ferrero Rocher. Para rematar, los toppings: M&Ms, crocante de cacahuete, nubes, cereales o fideos de colores son algunas de las opciones disponibles.

Y desde Japón llega la otra novedad heladera de la temporada. Los taiyaki son unos pasteles japoneses con forma de pez y una textura a medio camino entre gofre y tortita, que se suelen tomar rellenos de una pasta dulce de judías azuki en su vertiente más tradicional —allí se elaboran desde principios del siglo XX—, y de todo tipo de ingredientes dulces y salados en sus variedades más modernas. En La Pecera (Velarde, 2) han sido pioneros en introducir este dulce oriental en Madrid, después de verlo en Nueva York, cuna de las modas gastronómicas por excelencia. Los peces se pueden rellenar con helado tipo soft —de textura más líquida que el helado tradicional—, de chocolate, vainilla y algún otro sabor que va cambiando periódicamente. Ahora mismo tienen caramelo salado y matcha latte.

La gracia y la pugna por conseguir el taiyaki más atractivo en las redes sociales hace que

haya gente que se presenta en la heladería para pedirles el helado más bonito que tengan, solo por la foto- está en los toppings: cacahuetes con miel, cereales, coco, barquillo de vainilla, galletas, palomitas dulces, pretzels e incluso una nube de algodón de azúcar, que es, como era de esperar, la que más triunfa entre los instagramers.

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