Escalante narra en un filme la violencia homófoba en México
El cineasta nacido en Barcelona visita la Filmoteca con su película 'La región salvaje'
Su primera escena es la de un monstruo viscoso con tentáculos que mantiene relaciones sexuales con una joven mejicana. La región salvaje, última película del director mexicano Amat Escalante, presenta a una sociedad víctima de una moral estricta y conservadora en la que sus personajes reprimen su sexualidad a la par que ejercen la violencia. “En mi cabeza tenía la idea de introducir un ser externo al mundo que les diera una lección y que representara esa sexualidad a la que tenían tanto miedo”, dice. En un filme donde lo real, la ficción y el género de terror se entremezclan, Escalante trata de retratar una sociedad machista, homófoba y ultracatólica. “Parte de los problemas que muestran mis películas tienen que ver con los propios problemas que crea la iglesia católica en mi país. Como ese empecinamiento en no querer formar a los jóvenes en educación sexual”, cuenta.
Escalante, de 38 años y nacido en Barcelona, ganó el León de Plata al mejor director en el Festival de Venecia. El pasado viernes volvió a su tierra natal, para presentar su última película en la Filmoteca del Raval, el mismo distrito que casualmente le vio nacer. “Esta mañana he paseado por sus estrechas calles recordando el poco tiempo que viví aquí. Llegué a México con cuatro años hablando catalán, pero ya se me ha olvidado”, explica. Su film inauguró la retrospectiva del D’A Film Festival de Barcelona 2017.
Escalante nació en Barcelona pero creció en Guanajauto, una ciudad mejicana donde el conservadurismo está muy arraigado. “Mi vocación de cineasta nace de mi deseo de contar cosas reales. Recuerdo que cuando viajaba en autobús siempre iba con una pequeña libreta donde apuntaba las conversaciones ajenas”. Pese a que en un principio quiso ser documentalista, su naturaleza le llevó a dedicarse a la cinematografía. “Mi personalidad no me permitía hacer documentales. Para hacerlos tienes que ser más paciente y saber esperar más. Pero esas ganas de contar lo real es una ventana abierta que lo invade todo en mis películas”, cuenta. Antes de documentalista, Escalante también quiso ser actor. “Pero no soy muy bueno comunicándome con las palabras. Me gusta más hacerlo con las imágenes. A los 12 años descubrí que el verdadero protagonista de las películas eran sus directores. Fue entonces cuando descubrí que yo también quería serlo”, afirma.
Con La región salvaje, Escalante ha dado el salto al cine de ficción sin dejar de explicar historias realistas. “En el primer borrador del guion no aparecía el monstruo. Pero no me convenció: yo quería explicar de otra forma la frustración sexual de los personajes. Al monstruo lo utilicé como una metáfora para transmitir lo que sentían sin abandonar el trasfondo de la historia”. El director explica que la idea de la película nació de un titular que se publicó en un medio mexicano junto a una foto de un cadáver desnudo. “Ahogan a jotito” (término despectivo para definir a un homosexual en México), rezaba el periódico. La primera vez que se proyectó su película en América Latina fue en Guanajauto. “Nadie se escandalizó. La iglesia y los grupos ‘de protección moral’ ya han aprendido que cuando protestan sobre algo, simplemente lo que consiguen es que lo vea más gente”.
“La vida y la realidad es mucho más original de lo que me pueda inventar”. En sus anteriores películas: Sangre (2005), Los bastardos (2008), Revolución (2010) y Heli (2013, premio al mejor director en Cannes), el director ya generó polémica con secuencias de torturas y la violencia del narcotráfico en México. “En el cine mexjicano hay mucha urgencia por contar según qué cosas. Ganas de expresar la injusticia y la desigualdad. Los directores lo hacemos a través de las películas. Pero las comedias románticas y enredos sexuales es lo que más éxito sigue teniendo en México”, dice.
De madre estadounidense y padre mexicano, Escalante confiesa que en el futuro espera obtener la nacionalidad española. “Tengo mis momentos de soñar despierto y en un futuro aspiro a rodar una película en Barcelona”, explica. Sobre la política migratoria del presidente estadounidense, Donald Trump, el director se muestra contundente: "Vende a la gente lo que quiere oír. Antes también existía violencia contra los latinos en EE.UU. Pero ahora es peor: tienen como líder a un racista e ignorante”.
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