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La saga del oso Pyros despierta en el Pirineo: 10 crías en 2016

La Generalitat controla 31 osos en Cataluña y espera que un macho liberado en verano, Goiat, rompa la consanguinidad impuesta por Pyros

Alfonso L. Congostrina
El oso Pepito en una imagen obtenida por una trampa fotográfica en Lladorre.
El oso Pepito en una imagen obtenida por una trampa fotográfica en Lladorre.

El Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat ha anunciado este lunes que la población de osos pardos del Pirineo ya ha despertado del periodo de hibernación. Según los sistemas de seguimiento y control de esta población de mamíferos, a finales de 2016 había en Cataluña 31 ejemplares, la mayoría de ellos descendientes del anciano oso Pyros. La colonia tiene un problema de consanguinidad por lo que la Generalitat espera que Goiat, un joven plantígrado liberado en verano, consiga reproducirse pronto. 

La Generalitat tiene controlados cinco machos adultos, diez hembras adultas y 16 crías. Los machos adultos son Pyros, Goiat, Pelut, Esmolet y Pepito. Las diez hembras adultas son Hvala —con dos crías de dos años—, Bambou (dos oseznos de un año), Caramelles (dos crías de un año), Boavi (dos, de un año), Caramellita (tres, de dos años), Plume (una, de dos años), Nheu (tres de un año), Fadeta (una, de un año) Patoune y otra osa sin nombre que no tiene descendencia. El pasado 2016 nacieron una decena de oseznos lo que según los propios técnicos de la Generalitat es un verdadero hecho histórico.

La colonia de osos del Pirineo le debe mucho a Pyros, el macho que ha dominado la genética del oso pardo de los Pirineos durante 21 años. El viejo Pyros llegó procedente de Eslovenia en el primer plan de reintroducción en 1996. Los técnicos creen que es el padre, abuelo y bisabuelo de la mayoría de osos de la zona. Es el progenitor de las dos crías de Caramelles y también lo podría ser de seis crías de Nheu, Bambou y Fadeta aunque no está confirmado. Según los técnicos, su descendencia podría ser más amplia. Pyros es ya anciano, tiene 28 años, y en la colonia se planteaba un problema de consanguineidad. Por ese motivo, el pasado julio se liberó a Goiat un macho de nueve años también procedente de Eslovenia y de 205 kilogramos. Lamentablemente, los técnicos no tienen constancia de que Goiat se haya reproducido.

El plantígrado dispone de un collar transmisor lo que permite saber dónde se encuentra el animal en cada momento. El pasado 28 de noviembre Goiat decidió hibernar. Así ha permanecido durante 107 días, hasta el 16 de marzo. Durante estos tres meses, el oso ha despertado en diversas ocasiones y ha salido de su cueva situada en la Vall de Varradòs (Aran). El 16 de marzo salió definitivamente, desde entonces ha recorrido todo el valle y según los técnicos está buscando carroña que le permitan ganar pronto los 60 kilos perdidos durante la hibernación. Los especialistas esperan que, en la época de celo, Goiat comience la búsqueda de hembras.

El resto de osos no disponen de collar transmisor por lo que su seguimiento se realiza mediante las evidencias de su paso. El pasado año los técnicos del departamento recopilaron 205 muestras de pelo, 4.299 imágenes obtenidas con sistemas automáticos de fotografías, 358 vídeos obtenidos de la misma forma y 19 huellas.

Durante el año pasado se produjeron 33 ataques sobre ganadería y apicultura atribuidos a los plantígrados por los que se han abierto 37 expedientes de indemnización por daños valorados en 9.332 euros.

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