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Salud disolverá Barnaclínic como empresa privada

El Departamento estudia una nueva figura jurídica para que el brazo privado del Clínic sea "compatible con la legislación actual"

Jessica Mouzo
Pegada de carteles en la fachada del Hospital Clínic tras una manifestación en favor de la sanidad pública
Pegada de carteles en la fachada del Hospital Clínic tras una manifestación en favor de la sanidad públicaMassimiliano Minocri

Barnaclínic, el controvertido brazo privado del hospital Clínic, tiene los días contados tal y como se conoce, como una empresa con afán de lucro vinculada al hospital. Aunque la idea de cambiar su figura jurídica ya circulaba por los despachos del Departamento de Salud y del Clínic desde hace tiempo, el consejero de Salud, Toni Comín, ha tenido que agilizar la decisión después de conocer un informe de la Sindicatura de Cuentas que constata que "la estructura jurídica de Barnaclínic [una sociedad mercantil de capital 100% público] no se adecúa de manera suficientemente clara a la normativa vigente". Así, Salud y la dirección del Clínic han puesto en marcha la maquinaria burocrática para redibujar Barnaclínic bajo una nueva figura jurídica todavía por determinar.

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La clínica privada lleva años levantando recelo entre los actores sociales porque el centro comparte médicos e infraestructuras —no están separados más que por una puerta— con el hospital público y alertan de que no están bien diferenciadas ni fiscalizadas las puertas de entrada. "La sindicatura pone de manifiesto alguna duda sobre el encaje y la suficiencia del encaje entre la fórmula jurídica de Barnaclinic y el marco normativo actual. A partir del momento en que hemos tenido conocimiento del informe provisional de la Sindicatura, se ha tomado la decisión de que Barnaclinic tendría que ser transformado pero no habrá un vacío asistencial, sino una sustitución. Ningún paciente que vaya a ser atendido en Barnaclínic se le parará su tratamiento", ha indicado Comín este viernes.

El consejero ha insistido en que la medida se toma para "que los riesgos contra la equidad queden neutralizados".Comín ya había manifestado su intención de repensar Barnaclínic para evitar sospechas de puertas giratorias —entras para ser atendido por la red pública y acabas asistido por la vía privada—.También el director del Clínic, Josep Maria Campistol reconoció el año pasado su interés de sacar Barnaclínic de las instalaciones físicas del hospital público y reconvertir la clínica en una fundación privada. Ambos dirigentes rechazaron, en cambio, cerrar definitivamente la clínica privada, una demanda de los actores sociales y algunos grupos políticos. Tanto Comín como Campistol coinciden en que la actividad privada en los centros públicos permite aportar un remanente de recursos extra que revierte en los hospitales públicos y consigue, además, atraer talento. "El motivo de hacer actividad privada es que generan ingresos para los centros públicos, y la fidelización de los profesionales", ha recordado el consejero este viernes.

El centro privado siempre ha estado rodeado de polémica por las sospechas de trasvase de recursos públicos al sector privado: Barnaclínic emplea recursos públicos del Clínic (camillas, camas de UCI, médicos, equipos técnicos...) para atender a pacientes privados. De hecho, tal fue la controversia que levantó, que incluso la clínica privada fue denunciada por la patronal de hospitales privados ACES por competencia desleal. Sin embargo, Barnaclínic y el Clínic siempre han salido airosos de todos los frentes con los que se han topado. Un juez negó que hubiese competencia desleal y en la investigación que abrió el Departamento de Salud para fiscalizar su actividad no se detectaron más irregularidades que un par de operaciones privadas realizadas en horario de actividad pública.

En cualquier caso, la decisión final sobre en qué se convertirá Barnaclínic dependerá de la comisión de estudio que se puso en marcha el año pasado y que sigue valorando la figura jurídica adecuada para adaptarse al marco normativo. Esta comisión también tendrá que estudiar nuevos emplazamientos para ubicar la clínica que, previsiblemente, saldrá fuera del hospital.

Regular la actividad privada en centros públicos

El informe de la Sindicatura ha precipitado los tempos con los que contaba Salud para desplegar un nuevo marco normativo que regulase la actividad privada que se hace en los centros públicos. El grueso de los hospitales de la red pública complementan actividad privada dentro de las mismas instalaciones en las que dan servicio público. Comín ha asegurado que el problema no está en la actividad complementaria —la que no entra en la cartera de servicios pública— ni en la atención a pacientes internacionales. "Donde se ha de hacer una regulación estricta es en asegurar la equidad en lo que hace referencia a la cartera pública", ha indicado el consejero.

La norma que regulase la actividad privada en los centros públicos estaba prevista que saliese a debate el próximo otoño pero, por el informe de la Sindicatura, Salud ha tenido que adelantar los cambios en Barnaclínic, donde tienen la certeza de que hay dificultades para adecuar su realidad a la normativa vigente. "Sea cual sea la solución para el Clinic ha de ser coherente con la nueva regulación y uno de los objetivos de la nueva regulación, que servirá para el Clinic y otros hospitales del Siscat, ha de garantizar que no haya ningún problema en términos de equidad en el acceso a nuestra red pública", ha insistido Comín.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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