_
_
_
_

Millet también se plantea confesar y redobla la presión a Convergència

El expresidente del Palau de la Música tantea también a la Fiscalía tras el anuncio de su mano derecha, Jordi Montull

Jesús García Bueno
El expresidente del Palau, Fèlix Millet, junto a su abogado y su asistente.
El expresidente del Palau, Fèlix Millet, junto a su abogado y su asistente.TONI ALBIR (EFE)

El expresidente del Palau de la Música, Fèlix Millet, se plantea sumarse a un pacto con la fiscalía y confesar el pago de comisiones ilegales a Convergència (el actual PDECat). Millet, de 81 años, se abre así a seguir los pasos de quien fue su mano derecha en el Palau, Jordi Montull, que la próxima semana acreditará previsiblemente la existencia de mordidas en la institución catalana. La posible decisión de Millet redobla la presión sobre el partido de Artur Mas.

Más información
Convergència esconde a sus testigos por temor a que un acusado confiese
Jordi Montull: “La semana que viene será más divertido”

Jordi Montull fue el primero en dar un paso adelante en el caso Palau. Tras semanas de negociaciones, su defensa alcanzó un principio de acuerdo (verbal) con la fiscalía. El próximo miércoles, el ex número dos del Palau declarará. Y, con toda probabilidad, confesará que la institución musical hizo de intermediaria en el pago de comisiones ilegales de Ferrovial a Convergència (CDC). A cambio de esos pagos (6,6 millones en una década), el partido nacionalista adjudicó supuestamente a la constructora —que niega los hechos— obras públicas de gran envergadura, como la Ciudad de la Justicia o la línea 9 del metro de Barcelona.

El objetivo de Jordi Montull con esta confesión es evitar que su hija vaya a la cárcel. Gemma Montull, que era administradora financiera del Palau, afronta una petición de 26 años. Si ambos corroboraran los datos de la fiscalía, esta podría aplicar a Gemma Montull atenuantes (como la confesión) que le permitieran rebajar la pena hasta los dos años.

La confesión se ceñirá a los hechos que relata la fiscalía. Y la acusación señala solo a una persona: Daniel Osácar, extesorero de Convergència, que se enfrenta a una pena de siete años y medio. Los Montull podrían acreditar, por ejemplo, que una nota hallada en los registros (“Daniel”) alude a Osácar. Las declaraciones servirían al fiscal Emilio Sánchez Ulled para apuntalar sus tesis, que se basan en otros indicios, como archivos informáticos y testimonios. El fiscal cree que Ferrovial y Convergència urdieron un “pacto criminal” para adjudicar obras por comisiones en el último Gobierno de Jordi Pujol.

“Altos responsables”

El movimiento de Montull dejó inicialmente fuera de juego a su jefe, Fèlix Millet. Ambos mantienen una buena relación, que el tiempo (la investigación del Palau se remonta a 2009) no ha dañado. Ayer, en la segunda sesión del juicio, aprovecharon los 20 minutos de descanso para hablar, solos, en el banquillo. Si los Montull finalmente declaran, lo harán en primer lugar. Y Millet se enfrentará después a un interrogatorio mucho más difícil. Aunque ya ha confesado una parte de los hechos —el saqueo de la institución musical, cifrado en 24 millones—, su estrategia jurídica cojeará.

Ante ese panorama, la defensa de Millet también ha tanteado a la fiscalía, según fuentes conocedoras de la negociación. El acuerdo, sin embargo, aún está lejos. Primero, porque Millet no tiene mucho que ofrecer. Al fiscal le interesa que los cargos contra CDC queden acreditados. Y para eso ya tiene a los Montull. Pero no puede ofrecer una rebaja de pena en el caso de que Millet decidiera ir más allá e implicar no solo a Osácar sino a altos cargos de CDC, porque eso no forma parte de los hechos relatados en la acusación. El fiscal sí cree que, por fuerza, el acuerdo con Ferrovial debía ser conocido por “altos responsables” del partido, pero la investigación no pudo acreditar sus nombres.

Millet fue, durante décadas, un prohombre de la sociedad catalana. Mantenía excelentes relaciones con la burguesía y con los partidos, especialmente Convergència y el PP. La información que maneja es, potencialmente, inmensa. Pero, aunque decidiera usarla, el fiscal no podría emplear esas revelaciones para concederle una rebaja. Millet tampoco tiene nadie a quien salvar: sus hijas, Clara y Laia, figuran solo como partícipes a título lucrativo por haberse beneficiado del dinero que su padre saqueó.

La anunciada confesión de Montull —y la posible incorporación de Millet— pone en serios aprietos al PDECat. De acreditarse la financiación irregular, el futuro del recién nacido partido, heredero de Convergència, quedaría tocado. El presidente del PDECat y expresidente de la Generalitat Artur Mas es consciente de ello. El miércoles, en Oxford, dijo: “Estamos hablando de personas que confesaron unos delitos muy graves. Ya veremos cómo va el juicio y podremos ir valorando”.

Mas ya ha tenido que dar explicaciones varias veces por el caso Palau. En 2013 tuvo que admitir que se había reunido en Fornells (Menorca) con Millet. Dos años más tarde vaticinó que “no se demostrará” el cobro de comisiones e insistió en que pone “la mano en el fuego” por Osácar, que será el principal damnificado por la previsible confesión y al que el partido ha arropado sin fisuras desde que fue imputado en 2011. La coordinadora del PEDCat, Marta Pascal, se limitó a señalar ayer: “Aquellos que sean culpables, que se los condene, y a los que sean inocentes, que se los absuelva”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_