Los hospitales posponen operaciones para aliviar las urgencias
El hospital del Mar, Bellvitge y el Taulí reprograman intervenciones no urgentes para liberar camas
La epidemia de gripe y las bajas temperaturas no dan tregua a las urgencias de los hospitales, saturadas desde hace semanas. El tapón se forma con los pacientes que llegan al servicio y, por su gravedad, han de ser ingresadas. Los centros, escasos de recursos, no tienen margen de maniobra para liberar camas en planta y los pacientes llegan a estar varios días en urgencias a la espera de una plaza. Para aliviar el servicio, centros como el Mar, Bellvitge o el Taulí han decidido suspender intervenciones no urgentes. Estas operaciones requieren una cama y las han reprogramado para disponer de más plazas para los enfermos que llegan de urgencias.
“Llevamos dos días en urgencias con mi padre esperando una cama en planta pero por lo menos está cómodo, en un box para él”, explicaba ayer Josefina Jiménez a las puertas del Parc Taulí de Sabadell. Las urgencias del centro no estaban ayer en su peor día, aunque sí había pacientes en camillas en los pasillos.
Más camas en la Maternitat
El centro ha abierto todas las camas disponibles pero el drenaje se complica.“No hay plantas cerradas pero faltan camas estructurales”, advierte Jorge Serrano, de Metges de Catalunya (MC). Según el Comité de Empresa, la tasa de camas por cada 1.000 habitantes (pasó de 1,97 a 1,73 en 10 años) es similar a la de Argelia o Zimbabwe. La sanidad catalana perdió 1.200 camas desde 2010.
El Plan Integral de Urgencias de Cataluña (PIUC), que se activa en épocas de gran afluencia de gente dotando a los centros de más recursos, ya está a pleno rendimiento en los hospitales, pero los trabajadores apuntan que es insuficiente y la saturación de urgencias se perpetúa. Además de abrir todas las camas disponibles y reforzar personal y servicios, algunos centros han optado por suspender operaciones programadas no urgentes (prótesis de cadera, hernias, etc.) para liberar camas en planta. El Taulí, de hecho, ha ordenado posponer 39 intervenciones de este tipo la semana que viene. “Estas operaciones requieren ingreso, pero no afectan a cirugía oncológica, ginecológica ni a la ambulatoria. El objetivo es dar la mejor respuesta posible a los pacientes de urgencias ante la previsión de un incremento de la presión asistencial los próximos días”, agregó ayer una portavoz del centro.
En la misma línea, Bellvitge ya ha reajustado esta semana la programación de las intervenciones no urgentes para “liberar camas de hospitalización”, aunque no ha especificado cuántas. El centro, además, tuvo que priorizar 19 trasplantes en las dos primeras semanas del año.
El hospital del Mar también pospuso la intervención de 11 pacientes el pasado lunes y otros 13 el miércoles. "Son cirugías sin urgencia y se reprograman enseguida", apunta una portavoz del Mar.
Sanitarios "al límite"
En cualquier caso, los sindicatos alertan de que la saturación de las urgencias es una "situación endémica" y carga todo su peso sobre los profesionales. "Hay compañeros que terminan el turno llorando. Los profesionales estamos al límite físico y psíquico por el nivel de estrés que tenemos", indicó ayer Serrano. A las puertas del Taulí, los familiares de los pacientes que permanecían en urgencias concordaban con el sindicalista y alababan la labor de los profesionales. "En las circunstancias en las que trabajan, con los pocos recursos que tienen, es impresionante el cariño que dan. Esta gente se merece un monumento", decía José Luis Arnau, que tenía a su madre en observación en urgencias tras sufrir una caída.
CC OO denunció ayer que el PIUC llega tarde y que "hace falta un cambio de modelo asistencial de forma urgente". El sindicato exigió más efectivos para las urgencias.
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