Barcelona ‘roba’ un pellizco de 40 millones al Gordo madrileño
Una administración del Raval reparte 10 series entre clientes asiduos al número 13
El Gordo ha caído íntegramente, dicen, en Madrid. Pero no es del todo cierto. Un pellizco del premio se lo ha arrebatado Barcelona. Una administración del Raval, en el casco antiguo de la capital catalana, ha vendido 100 décimos del 66513 y ha repartido 40 millones de euros de Lotería "entre amigos y clientes de toda la vida, muchos de ellos necesitados", explica Glòria Elías, jubilada y madre de la administradora que compró diez series del número al lotero madrileño. "Agustín me las vendió gustosamente. Quería un número acabado en 13 porque aquí hay mucha gente que lo pide", explica su hija Montserrat Malagelada, dueña del establecimiento.
Glòria habla por los codos. Y se explica con una facilidad pasmosa, tanto si tiene cámaras delante como si no. Dice que el de este jueves es "uno de los días más felices" de su vida. "A mí no me ha tocado, pero la satisfacción es muy grande porque sabemos que lo hemos vendido a clientes de toda la vida y que son de aquí, de un barrio muy necesitado", relata la mujer, aún emocionada cuando recuerda cómo, esta mañana, uno de esos clientes se ha acercado a la administración (en el número 65 de la calle del Carme) con una caja de bombones Nestlé como regalo. A primera hora de la tarde, Glòria reparte los bombones entre los periodistas que asedian un local histórico, inaugurado en 1889, un año después de la Exposición Universal de Barcelona. "Coged, coged, es para todos".
El pellizco barcelonés del Gordo se ha gestado casi en secreto. "No es un número que tuviera expuesto porque sé que mucha gente, clientes fijos de todo el año, lo quieren", explica Montserrat. "También piden mucho el 69", puntualiza la madre. Al haber comprado los décimos a otra administración, no han podido colgar el tradicional cartel con el número premiado. Montserrat ha llamado a TV-3, la televisión autonómica catalana. "Que aquí también ha tocado", les ha explicado. "Lo he repetido tantas veces que ya me lo empiezo a creer", añade sin perder la sonrisa.
Clientes de toda la vida
Los agraciados son "abonados" de la administración y "gente con pocos recursos". Tres de ellos se han acercado a la administración por la mañana. Y otros cinco han llamado por teléfono. Glòria recuerda la conversación con una mujer que discutía con su marido acerca de si habían sido agraciados o no. "Como había oído que ha tocado en Madrid, no estaba segura. Cuando le he dicho que sí, se ha puesto contentísima. Y yo también".
No es la primera vez que la administración "Maria Güell" reparte millones en el barrio. Pero lo cierto es que los carteles que anuncian esos viejos premios, colgados en las paredes del local, se están quedando viejos. La fortuna sonrió "también a vecinos del Raval" en 1971, 1973, 1974 y 1976. El primero de esos premios fue el más jugoso: 140 millones de pesetas por el sorteo del niño de ese año con el número 30882. La administración se llama Maria Güell" en honor a la suegra de Glòria. "Mataron a su marido durante la Guerra Civil y después, en el 41 y con la ayuda de una amiga, le concedieron esta administración". Este año celebran el 75 aniversario.
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