La película que escribió Lorca

A finales de los años treinta, el poeta y dramaturgo Federico García Lorca viajó a Nueva York en lo que sería una experiencia seminal. El resultado más conocido de ese periplo es el poemario Poeta en Nueva York: impresionado por los avances de la industrialización capitalista y la rampante alienación urbana, el granadino compuso versos que pasaban ya de lo popular andaluz a la vanguardia surrealista. Otro de los resultados, menos conocido, fue su único guión de cine: Viaje a la luna.

Este trabajo no se llevó a la pantalla hasta finales de siglo, cuando, en 1998, otro Federico, el artista y escenógrafo catalán Frederic Amat, tomó el guión lorquiano y le puso imágenes, creando una película de veinte minutos en la que la luna vomita, las manos asfixian pájaros y ranas y los peces se convierten en lágrimas. La música la pone Pascal Comelade: se repite un sonido base de cuerda, sobre el que se construyen diversas capas sonoras.

Son, en total, 72 secuencias que materializan frases como: “Caleidoscopio en el que cien peces saltan o laten en agonía” o “cabeza asustada que mira un punto fijo y se disuelve sobre una cabeza de alambre con un fondo de agua”. Los interesados en comprobar cómo el director resolvió estos y otros retos tiene oportunidad de hacerlo mañana en los Teatros del Canal (Calle de Cea Bermúdez, 1), de la Comunidad de Madrid. Allí se realiza una única proyección a las 18.30 horas, en la Sala Negra, con entrada gratuita hasta completar aforo.

“Es un documento único, extraordinario, en el que lo mejor del arte lorquiano queda reflejado, además de referencias de los artistas de vanguardia de la época como Magritte, Man Ray, Max Ernst o Gustave Courbert”, en palabras de Jaime de los Santos, director general de Promoción Cultural.