Un juez suspende cautelarmente la consulta sobre el puerto en Tossa

La polémica sobre la consulta del próximo domingo para la construcción de un puerto deportivo en Tossa de Mar (La Selva) ha tomado un nuevo giro con la decisión de la justicia de suspender cautelarmente su celebración. El juzgado contencioso administrativo número 2 de Girona ha tomado este lunes la decisión de suspender la consulta no referendaria a raíz de una impugnación de la Delegación del Gobierno, al entender que un referéndum necesita de la autorización del Consejo de Ministros.

La alcaldesa de Tossa, Gisela Saladich, se había amparado para la convocatoria de la consulta del próximo domingo en la ley catalana de consultas populares no referendarias de 2014. Saladich ha criticado que el recurso de la Delegación se haya producido ahora, ya que la votación se anunció el pasado 22 de septiembre. "Hay muchos ayuntamientos que han celebrado consultas de acuerdo con la misma normativa que nosotros y no han tenido problemas con Madrid", ha añadido Saladich. El Ayuntamiento tiene tres días para interponer alegaciones, por lo que la consulta está suspendida cautelarmente.

La pregunta de la consulta ya era objeto de polémica antes de la suspensión cautelar. Saladich la defendía porque "un puerto traerá un cambio de vida al pueblo" y consideraba necesario trasladar la decisión a la ciudadanía. No obstante, los opositores al puerto, entre ellos la exalcaldesa convergente Imma Colom, veían "una operación urbanística" tras la consulta, que solo requería un 15% de participación para ser válida. La consulta que se pretendía celebrar el próximo domingo preguntaba: "¿Está de acuerdo con la iniciativa de modificar el Plan General de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) para posibilitar la futura construcción de un puerto, sus accesos, un hotel de cinco estrellas y cuatro viviendas en Tossa de Mar?".

El lugar previsto para este complejo urbanístico es la zona de Es Cars, un espacio catalogado como "de interés" pero no protegido por el Pla d'Espais d'Interès Natural (PEIN). La construcción de un puerto en esta localidad de la Costa Brava lleva estudiándose desde 2002, cuando se encargó un informe sobre el impacto ambiental y económico de esta infraestructura, que no fue aprobado. El proyecto sobre el que se iba a preguntar el próximo domingo preveía un puerto de tres dársenas, 453 amarres, almacenes, garajes y 5.000 metros cuadrados de locales comerciales, y el complejo urbanístico formado por cuatro chalets y un hotel de cinco estrellas, obligaría a redibujar el camino de ronda.