Un juez investiga quién le dio el alcohol a la niña fallecida

La menor acudió el viernes de la semana pasada a hacer botellón para celebrar Halloween en una zona de San Martín de la Vega conocida como Los Cerros, cerca de los barrios de La Cañada y la Yesera. Algunos testigos explicaron ayer que se bebió ella sola una botella de vodka. Pasadas las diez de la noche, la niña cayó al suelo desplomada. Allí la dejaron sus amigos durante más de 40 minutos, hasta que se dieron cuenta de que no se movía. Como la menor era bastante alta y tenía gran envergadura —algunos conocidos hablan de que podía medir cerca de 1,80 metros—, acudieron a un supermercado cercano y cogieron un carro de la compra. Fue el medio de transporte que utilizaron para llevarla al centro de salud.

Ya en el ambulatorio, la niña entró en parada cardiorrespiratoria, por lo que los sanitarios llamaron a una UVI móvil del Servicio de Urgencias Médicas de la Comunidad de Madrid (Summa), cuyos facultativos lograron revertirla. Después la llevaron al servicio de urgencias del hospital Doce de Octubre con pronóstico muy grave. La joven estuvo en la unidad de cuidados intensivos en coma inducido. Murió el martes.

El cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde el forense de guardia le practicó la autopsia el miércoles. Esta determinó en el avance que la muerte se produjo por la ingesta masiva de alcohol.

El juzgado número 20 ha abierto diligencias para determinar quién pudo facilitar el alcohol a la menor. La Guardia Civil de San Martín de la Vega ha abierto una investigación de oficio, pendiente de ser requerida por el juzgado competente. “Es un caso aislado, pero vamos a poner todos los medios que tenemos para que no se vuelva a repetir”, declaró ayer el alcalde de San Martín de la Vega, Rafael Martínez (PSOE). La concejal de Servicios Sociales, Salud Pérez Solera, se reunió con los padres de la menor para darles el pésame en nombre del Ayuntamiento y ofrecerles apoyo psicológico.

El consejero de Sanidad, Jesús Sánchez Martos, lamentó la muerte de la niña, que calificó como “una pena, una lástima, un accidente que no tuvo que haberse producido”. Y añadió: “Una niña de 12 años no puede morir por una intoxicación etílica, porque está prohibido el consumo de alcohol por los menores. Esta niña se habría salvado si sus amigos la hubieran llevado con el primer mareo o al primer vómito al centro de salud”. El consejero dijo hablar como médico.

El Ayuntamiento de San Martín de la Vega declaró ayer día de luto en el municipio. El alcalde convocó a las doce del mediodía a los vecinos a un minuto de silencio. “En representación de todos los vecinos y en estos momentos tan delicados para la familia, su Ayuntamiento ha decidido mostrar sus condolencias a toda la familia, amigos y seres queridos”, explicó el regidor.

El instituto Anselmo Lorenzo, donde estudiaba la joven fallecida, ya mantuvo un minuto de silencio el jueves. Las banderas del Consistorio lucieron ayer a media asta durante todo el día.