García Margallo, convencido de que habrá Gobierno este octubre

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, ha mostrado esta mañana su certeza de que este mes de octubre habrá nuevo Gobierno y que, por tanto, el PSOE acabará inclinándose por la abstención de Mariano Rajoy. “Sí, sí, habrá gobierno. No tengo la menor duda. No está decidido pero lo decidido y confío enormemente en el PSOE y lo he hecho toda mi vida”, ha señalado subrayando la conveniencia de que los dos grandes partidos mayoritarios puedan aplicar una alternancia.

En una entrevista en Catalunya Ràdio, el titular de Exteriores ha admitido que la negociación para formar el Ejecutivo “avanza” y ha depositado su confianza en los socialistas. “No lo estoy confirmando porque lo tienen que decir ellos. Pero el sentido común, la racionalidad y el patriotismo aconsejan que dejen gobernar a quien ha ganado las elecciones y yo confío enormemente en el PSOE”.

Margallo ha recordado que los dos partidos hicieron la transición juntos y que desde que España entró en la Unión Europea ha multiplicado su riqueza por seis. Y eso ha sido gracias a nuestro entendimiento. Por ello, el ministro ha hecho una defensa cerrada del bipartidismo y ha presentado una enmienda a la totalidad a los partidos emergentes, Podemos y Ciudadanos: “Una nación necesita siempre dos partidos en el centro del terreno que se puedan alternar sin que pase nada. Estamos muy tranquilos: si lo hacemos mal, perdemos las elecciones, vienen ellos; luego al revés, y aquí no pasa nada”. No ha querido, sin embargo, anticipar si se ve repitiendo en el cargo y ha lanzado este mensaje sorprendente: “Lo sabe Dios y Rajoy. Jamás me acusaré de haber dicho que entiendo a Mariano Rajoy. Es muy difícil de entender. Esta en sus competencias y hará el ejecutivo que considere oportuno”.

Margallo, que ha acudido a Barcelona para inaugurar el Salón Náutico de Barcelona, ha señalado que el plan de referéndum unilateral que quiere convocar Carles Puigdemont es una hipótesis “imposible” porque queda fuera del ordenamiento constitucional e internacional. Tras invitarle a no tomar “atajos” y huir de la anarquía que queda fuera de la ley, el ministro ha invitado al president a proponer una reforma de la Constitución y ha convenido que la Carta Magna se podría modificar siempre y cuando quedará explicitado que no se reconoce el derecho a la autodeterminación. El ministro solo se ha inclinado a reconocer que existe un problema con la lengua y la cultura y con el sistema de financiación de las comunidades autónomas al estar él a favor del principio de ordinalidad.