Puigdemont se reúne con la CUP para encarrilar la cuestión de confianza

Carles Puigdemont empezó ayer a allanar la cuestión de confianza del 28 de septiembre. Inició la ronda de contactos con el resto de formaciones con un discreto encuentro con la CUP, en la que participaron las diputadas anticapitalistas Anna Gabriel y Mireia Boya y el miembro del secretariado de la formación Dani Corpas. Fuentes próximas al presidente de la Generalitat explicaron que, aunque no hubo mención al referéndum unilateral de independencia, los miembros de la CUP aseguraron que si se respeta la hoja de ruta secesionista pactada, Puigdemont contará con los diez votos que requiere para salvar el mandato.

El presidente catalán se reunirá las dos próximas semanas con todas las fuerzas parlamentarias y con la CUP tiene previsto tener otros encuentros para consolidar el deshielo iniciado ayer, en el que explicó cuál es su planteamiento para lo que queda de mandato en aras de conseguir el apoyo de la CUP tanto en la cuestión de confianza como en lo que quede de legislatura. Los interlocutores de Puigdemont le trasladaron que si cumple el proceso independentista pactado al inicio de su mandato y fija un instrumento para culminar esa hoja de ruta, no le retirarán la confianza.

Al final, el equipo de Puigdemont concluyó que el encuentro había servido para mostrar una “sintonía y entendimiento” que habían quedado cuestionados después de que la CUP vetara los Presupuestos para este año elaborados por el Gobierno catalán, que intenta ahora atar los del próximo ejercicio para facilitar su gestión del día a día.

La formación antisistema considera que la reunión sirvió para empezar a restablecer la “confianza”, pero también para superar “otras confianzas" en el futuro próximo, sino otros temas, según explicaron fuentes de la formación antisistema a Efe. “Si se confirma que se culmina la legislatura con los objetivos con los que se inició, no habrá motivos para retirar la confianza”, señalaron.

El referéndum, en el aire

En la reunión, de 105 minutos, no se habrían buscado temas concretos de acuerdo, si bien sí se trató cómo abordar los diferentes debates parlamentarios que se celebrarán en septiembre y octubre, los Presupuestos y la elaboración de las tres leyes de desconexión en el Parlamento. Si se mantiene el calendario previsto, en un año se tendría que cerrar la legislatura e iniciar el denominado proceso de desconexión.

En ese contexto, no se trató la posibilidad de que Puigdemont incluya en su plan de gobierno un referéndum unilateral de independencia, extremo sobre el que no hay decisión tomada en el Ejecutivo catalán y que es una de las demandas de las asociaciones independentistas que celebran los actos que se prevén multitudinarios del Onze de Setembre. La Assemblea Nacional Catalana (ACN) afirmó ayer que ha superado los 200.000 inscritos en la jornada.

Desde el Departamento de Presidencia explicaron que la discreta reunión se había celebrado fuera del Palau de la Generalitat —se negaron a explicar en qué lugar— y que el formato que se utilizará con el resto de grupos políticos será similar: sin convocar a los medios de comunicación.