La guarida de los ‘pintxos’

Todas sus propuestas se inspiran en los sabores del norte y van adaptando su carta a la temporada; la mayor parte del producto proviene de pequeños productores de toda España. Además de los pintxos, que se pueden disfrutar en la barra interior o en la terraza (unos 20 euros por persona), cuenta con dos salones para cenar (unos 30 euros) en los que también ofrecen una carta de tapas y otra de platos que denominan “giratoria” por la variedad del producto en función de las estaciones.

Mientras el de la planta de abajo tiene un carácter más informal, arriba aparece un comedor más de toda la vida con platos como un cuidado secreto ibérico a la parrilla con chutney de orejones y vinagreta de mostaza y miel o bacalao asado a la vizcaína con migas del pastor. También ofrecen un plato del día (12 euros) en el que mezclan recetas tradicionales con un toque vanguardista. Todos los espacios, además de compartir ese cuidado por él productos, han sido ideados por el arquitecto e interiorista Nacho García Vinuesa, que ha creado un espacio de corte contemporáneo y muy luminoso. Un espacio sin pretensiones y cálido, donde igual se puede tomar el aperitivo como comer, merendar o cenar.