CDC, pesimista si no tiene grupo con la opción de tener voz parlamentaria
Voces de la dirección advierten de que, sin grupo propio, la oposición de los nacionalistas será más dura
La resignación y el pesimismo se han adueñado este lunes de las filas del Partit Demòcrata Català, heredero de la antigua Convergència, en lo relativo a la consecución del grupo propio en el Congreso. Las repetidas advertencias de dirigentes del PP y el portazo de este partido a que los nacionalistas catalanes tengan grupo en el Senado —decisión que recurrirán— ha sido interpretado en la cúpula nacionalista como un serio aviso de lo que puede pasar hoy en el Congreso. El senador Josep Lluís Cleries lo achaca a una decisión política. Con este panorama, voces de la dirección han lanzado un aviso a navegantes: si se les niega el grupo propio la oposición de Convergència será más dura si cabe.
Los diputados de CDC han intentado averiguar si toda la cúpula del PP apoyaba la tesis del portavoz, Pablo Casado, en el sentido de que solo se podrá facilitar el grupo a los nacionalistas catalanes si se desmarcan de la votación de la semana pasada en el Parlament. Al término de la jornada, un destacado miembro del grupo concluía: “El aviso de Casado no es algo decisivo, pero sí es muy sintomático del estado de ánimo del PP”.
Lo que descartan todas las fuentes consultadas es que pueda haber cualquier gesto de desmarque de CDC respecto a la cuestión soberanista. “Ni sería creíble ni lo podemos asumir”, han asegurado. La última esperanza que tiene la formación de Carles Puigdemont es que el PP prefiera mantener a Convergència como un partido con el que hablar para asuntos económicos más allá de la cuestión soberanista. “Tendrán que elegir si nos quieren como oposición convencional o como oposición más dura”, han explicado los diputados convergentes. Hasta ahora, CDC admitía que no descartaba acuerdos con el PP en cuestiones económicas y sociales.
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