Misa (discreta) a Franco en la catedral del cardenal Cañizares

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Este lunes 18 de julio de 2016, aniversario de la sublevación militar con la que empezó la Guerra Civil española, se celebra en la catedral de Valencia una misa en recuerdo de Francisco Franco. O mejor dicho, de Francisco F., que es como figura el nombre en la segunda página de Aleluya, la publicación semanal del Arzobispado de Valencia al frente del cual se encuentra Antonio Cañizares.

El nombre del dictador no aparece completo, pero en el arzobispado admiten que el sufragio de este lunes a las siete de la tarde está dedicado a Franco. Entre otras cosas porque la misma persona que lo encarga y cuya identidad declina revelar una portavoz hace lo mismo regularmente el día 20 de cada mes en conmemoración de la muerte del militar, que se produjo el 20 de noviembre de 1975. El arzobispado afirma que el encargo se acepta porque en las misas "no se puede vetar a nadie". E insiste en que el también cardenal Cañizares no está al tanto ni de ese ni de ningún otro sufragio. O que no lo estaba, al menos, hasta que este domingo Eldiario.es adelantó la información.

¿Por qué entonces se camufla el nombre del dictador? "Porque el responsable de anotar las misas tiene esa sensibilidad. Piensa que puede molestar a alguien", señalan fuentes del arzobispado.

Hay, en efecto, personas a las que les disgusta. "¿Cómo es posible que en la catedral, que es el primer templo de la diócesis, se celebre un golpe de Estado contra un gobierno legítimo y democrático? ¿Alguien se imagina que en Munich le dedicaran una misa a Hitler?", se pregunta el periodista y experto en la Iglesia valenciana Alfons Llorenç en la plaza de la Virgen de Valencia.

La portavoz del arzobispado responde que no es algo a lo que la catedral pueda oponerse. "Si alguien pide una misa en memoria de un asesino para que se rece por su alma la Iglesia no puede negarse", dice. Y afirma que en el País Vasco han sido habituales los sufragios tanto a favor de miembros de ETA como de sus víctimas.

Contratar una misa en la oficina parroquial de la catedral de Valencia cuesta 10 euros, según informa una monja vestida de negro en uno de los pasillos laterales del templo. Poco más que el acceso con audioguía para visitantes que se cobra en la entrada para rentabilizar el paso de los grandes grupos de turistas que de forma creciente visitan la ciudad.

Cañizares se ha visto envuelto en el último año en varias polémicas por sus posturas respecto a los refugiados, la homosexualidad y el feminismo. En mayo, el cardenal llamó a desobedecer las leyes basadas en la "ideología de género", que consideró "la más insidiosa y destructora de la historia de la humanidad".

A través de una portavoz, el arzobispado insiste en desvincular a Cañizares del sufragio a favor de Franco. Y asegura que en los últimos días el cardenal ha ensalzado "el valor de la Transición democrática" y de la "conciliación" de los españoles después de la dictadura.

Llorens, que ha presenciado por curiosidad alguna de las misas celebradas el día 20 en la catedral en recuerdo del dictador, afirma que ha visto en ellas a no más de 40 personas. La mayoría ancianos.

José Royo, de 85 años, vecino de Manises, no ha asistido a ninguna, aunque no le importaría. "Siempre he dicho que los mejores años de mi vida fueron con Franco. Después vino la democracia, que a mí nunca me ha gustado", afirma tras salir por la puerta gótica de la catedral, donde acude a rezar a diario. "Lo que no sé es por qué ocultan el nombre, yo no lo haría".