La Asamblea da el primer paso para tramitar la ley sobre la muerte digna

La proposición de ley, que saldrá aprobada por el pleno a “finales de septiembre”, reconoce además, el derecho a sedación paliativa para evitar el sufrimiento del paciente, una habitación individual en el hospital y el derecho a morir y a ser atendido en el domicilio del paciente.

El objetivo, según el diputado del PSOE-M, José Manuel Freire, es que no se convierta una “ley socialista” y que se sea una ley de todos, “una ley de consenso”, y que en ese consenso que no haya “barreras o prejuicios religiosos”. En la tribuna de la Asamblea estuvieron invitados los Hermanos de San Juan de Dios y la Organización Médica Colegial.

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Freire citó las palabras que el Papa les dijo a los representantes del Colegio Médico que se reunieron con él el pasado 9 de julio: “La compasión es de alguna manera el alma misma de la medicina”, para acercar posturas con la representación religiosa acomodada en la tribuna de invitados. Freire aprovechó su discurso para ofrecer datos sobre los cuidados paliativos en la Comunidad. En el año 2014 fueron atendidas “8.372 personas” en este tipo de atenciones y en la región “solo” un 19% de la población ha tenido este tipo de cuidados, que ha comparado con el 57% de la ciudad de Ontario (Canadá).

Para pedir dejar órdenes sobre la vida de un paciente hay que ir al Registro de Instrucciones Previas, situado en la calle de Sagasta. La proposición de Ley aprobada recoge que se podrán dejar las instrucciones en cualquier centro sanitario. Desde 2002 hasta abril de este año, 19.380 personas dejaron instrucciones en el registro, según un informe del Registro Nacional de Instrucciones Previas.

La ley contempla el rechazo de tratamientos "inútiles o desproporcionados", la limitación del esfuerzo terapéutico, la retirada de medidas en soporte vital en situaciones irreversibles. El portavoz de Ciudadanos Daniel Álvarez Cabo ha lamentado que en la actualidad alrededor de 54.000 personas fallecen en España "con un sufrimiento evitable", "sin haber recibido los cuidados paliativos que podían haber precisado".

José María Morán, secretario del colegio de médicos y presente en el pleno de la Asamblea, declaró que la esta ley ayuda a “normalizar” algo que ya está en la sociedad. Había que juntar “la ley, con los medios y la voluntad de pacientes y médicos”, explicó Morán.

La ley incluye un glosario de términos como agonía, sedación, eutanasia activa o pasiva para que al paciente le quede “totalmente claro” el significado de informado antes de tomar una decisión. “Se enfatiza en la autonomía de cada persona”, aclaró Morán, que se congratula de que, además, los médicos vayan a tener “una cobertura legal”, para poder actuar sin consecuencias de ningún tipo. Los médicos tendrán un “preguntas y respuestas” que les ayudarán a explicar y a entender de manera “clara” cualquier procedimiento. Morán destacó la importancia de que la ley vaya a tener una dotación económica. Como dirían los mexicanos, “una ley sin dotación económica no es amor verdadero”, justificó.

El Gobierno regional y todos los centros sanitarios y socio-sanitarios deberán publicar una memoria anual para conocer los datos más significativos de la implementación de esta ley, el grado de satisfacción de los ciudadanos y la efectividad real de los derechos protegidos y regulados en ella.

En los aledaños de la Asamblea de Madrid, en Puente de Vallecas, casi un centenar de personas se manifestaron en contra de la libertad horaria en los comercios, mientras ocho lo hacían a favor de la prohibición del sacrificio de animales domésticos y una bandera del LGTBI se desplegó en una mediana frente al hemiciclo madrileño. Nadie lo hizo a lo largo de la mañana a favor ni en contra de la proposición de ley de derechos y garantías de las personas en el proceso final de la vida.