Aparecen decenas de peces muertos en el río Henares
Todavía se desconoce la causa, aunque se baraja la falta de oxígeno por el calor
El pasado domingo, 3 de julio, aparecieron decenas de peces muertos flotando en las aguas del río Henares en el término municipal de Alcalá de Henares, a la altura de la Ciudad Deportiva de El Val. Los agentes forestales de la comarca del Henares que los descubrieron se pusieron inmediatamente en contacto con los miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), que tomaron muestras para su análisis. La Confederación Hidrográfica del Tajo está realizando la investigación.
Las especies más afectadas han sido las bogas del tajo, barbos ibéricos y percasoles. “Son los animales más delicados, que peor aguantan las agresiones, sobre todo las bogas. Todavía nos asombra que no hayan desaparecido del Henares como ha sucedido en el Jarama”, dice Antonio Martínez, de la Asociación conservacionista Jarama Vivo-Ecologistas en Acción. Los Servicios Veterinarios del Ayuntamiento no encontraron cadáveres flotando de otras especies como carpas, carpines, gambusias, ni peces gatos o siluros (aunque no se descarta que murieran algunos).
Fuentes del Ayuntamiento de la localidad indican que “a falta de resultados definitivos y concluyentes”, todo señala a que las muertes se hayan producido por la combinación letal de dos factores: el descenso del caudal del río y las altas temperaturas registradas en los últimos días.
Los vertidos se disuelven peor con menos agua
El conservacionista Antonio Martínez de la organización Jarama Vivo explica que estos episodios se repiten en época estival, aunque cada vez menos. “No porque el agua sea de una calidad inmejorable, sino porque cada vez quedan menos peces”. Martínez introduce un parámetro que incrementa la letalidad del calor de los últimos días: “con menos agua, los vertidos se disuelven peor”.
Al mismo tiempo, advierte que no es extraño que se produzcan vertidos ilegales en una zona con tanta industria. Recuerda que “encima de la presa existe un polígono industrial”. “Seguramente, en la parte baja de la presa, donde el agua está más batida las especies han aguantado mejor”, comenta. Aún así, advierte que está barajando hipótesis.
Como consecuencia las concentraciones de oxígeno en el agua remansada en la zona de la presa pueden haber sufrido una disminución, y provocar la mortandad. Las mismas fuentes señalan que en estas fechas tan calurosas se pueden producir también “procesos de eutrofización con crecimientos explosivos de algas, cuya muerte masiva puede consumir el oxígeno del agua disponible para los peces”.
Los forestales y el Seprona, además de recoger muestras, realizaron un pormenorizado recorrido por otras zonas aledañas al cauce del Henares, tanto el domingo como el lunes, explican fuentes municipales. Los agentes no encontraron más peces muertos.
Los Servicios Veterinarios de Alcalá de Henares apuntan a que en la zona se pudo apreciar el lunes que las gambusinas se encontraban perfectamente y su presencia se detectaba en número elevado. Este hecho supondría una confirmación de que la muerte de los ejemplares no sería producto de un vertido. Además, en las necropsias practicadas a algunos de los ejemplares que fueron tomados como muestra, no se aprecian signos de enfermedad infecciosa o parasitaria evidente. “Todo parece indicar que la mortalidad podría corresponderse con un problema de anoxia o alteración de otros parámetros del agua”, opinan desde el Ayuntamiento, aunque advierten que es necesario esperar los resultados definitivos del laboratorio.
Al mismo tiempo, advierte que el agua que sale de las depuradoras es, en su opinión, “de vertidos legalizados, pero también perjudiciales”. Martínez compara la mayor parte de las depuradoras de Madrid con una especie de batidora donde se da el mismo tratamiento a los residuos industriales que a los urbanos, lo que da lugar a una depuración muy deficiente.
“Hay excepciones, como la depuradora del arroyo Culebro, con mayor tecnología”, indica. A esa altura el río Henares recibe todos los vertidos de la zona del corredor del Henares (Meco o Azuqueca, entre otros pueblos).
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