España (1950), vista por Carlos Saura
Una exposición y un libro muestran las fotografías que el cineasta tomó tras un largo viaje en coche
Años 50. La foto de un niño encerrado en una especie de jaula apoyada contra el muro de su casa en Sanabria (Zamora) es sobrecogedora. “Le encerraban sus padres mientras trabajaban. Era terrible y un reflejo de la España de la época. Un país muy distinto, ya no solo en los paisajes, sino hasta en las caras y en las personas”, explica el cineasta Carlos Saura (Huesca, 1932) ante una de las 90 fotografías que conforman la exposición Carlos Saura, fotógrafo. España años 50. Un trabajo que realizó el reconocido cineasta cuando aún no lo era. Porque Saura lo primero que hizo, en su juventud, fue fotografías y correr en motocicleta. Las carreras las dejó, pero la fotografía, no y a los 19 años hizo su primera exposición en la Real Sociedad Fotográfica de Madrid. “Yo compré una de las primeras Leica que llegaron a Madrid”, añade. Y con ella y el coche de su padre emprendió un viaje por Castilla y Andalucía con la idea de un libro sobre los pueblos de España.
El libro no tomó forma nunca porque enseguida dio el paso al cine y su carrera profesional, con más de 40 películas, le impidió retomar el proyecto. Ahora, 60 años más tarde, el libro es una realidad y España Años 50, de Carlos Saura, sale a la venta de la mano de la editorial Steidl de Alemania. Es de los sellos de libros de fotos más importantes de Europa, que ha producido una cuidada edición de imágenes que captó Saura.
Son 250 fotos de paisajes y retratos de españoles, acompañadas de notas del autor. En España, la edición se hace conjuntamente con Círculo del Arte y La Fábrica.
“No tenía intención de buscar una España terrible. Lo que sí me planteé en aquel viaje fotográfico era reflejar la España no oficial, la que no era la imagen del Ejército o la Falange, y tampoco la del turismo”, comentó ayer en la presentación de la muestra en el espacio Círculo del Arte, donde estará hasta el 31 de agosto. Fue en ese espacio donde, en 2000, se pudo ver otra exposición Carlos Saura fotógrafo. Años de juventud (1949-1962), de fotografías escaneadas por el propio autor sobre ese mismo viaje, entre otras. Las ahora expuestas son las originales y firmadas por Saura, que tiene un fondo fotográfico de unas 3.000 imágenes, además de decenas de cámaras de las que se confiesa coleccionista.
Pueblos pobres, caminos polvorientos, personas sobre burros cargados de botijos, hombres con pañoleta en la cabeza, mujeres de negro rigurosamente tapadas, niños que piden por la calle, rostros que reflejan desesperación y miseria. Son las imágenes que Saura captó en Sanabria —un pueblo al que no había llegado la luz—, Cuenca, campos y pueblos de Castilla, Andalucía y algunas calles de Madrid. Enfoques y retratos que resultan familiares en lo que después fue su carrera cinematográfica. Así, algunos paisajes recuerdan a películas como La caza (1966) y los rostros de jóvenes retratados tienen un aire de los que salen en Los Golfos (1960). Siempre interesado en España y en los perdedores de la Guerra Civil: “Cosas y paisajes y todo en España ha cambiado mucho, pero no estoy tan seguro de que las personas lo hayan hecho. Somos un país bastante bárbaro, donde nadie quiere admitir que el otro tenga razón”.
No le da muchas vueltas a lo que fotografió: “Veía algo que me interesaba y hacía la foto intentando estar seguro de que era la imagen que quería. Los rollos tenían 35 fotos y tenías que proponerte que 20 fueran buenas. No es como ahora que no paras de disparar porque la tecnología digital lo hace posible”, añade. Saura sigue con la fotografía: “Me encanta probar objetivos y muchos fines de semana me voy por las carreteras de Segovia”. Sigue pensando que el blanco y negro tiene más fuerza, aunque desde la irrupción de la fotografía digital también utiliza el color. Al cuello, siempre lleva una cámara: “Nunca se sabe qué puedes encontrarte”.
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