La nueva pobreza femenina: más formadas pero con trabajo precario
Un estudio señala que la discriminación laboral que sufren las mujeres se traduce en pensiones y prestaciones por desempleo más bajas
![Pobreza femenina, protagonizada por mujeres formadas que sufren discriminación especialmente después de la maternidad.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/GF6H366KN24V545ILA3KLIQY7U.jpg?auth=515280e9acc0829149794a825842d1b982be248a4b8fa0d4852a1bd430f1f6ae&width=414)
La nueva pobreza sigue teniendo rostro de mujer. Este es el resumen del estudio sobre la igualdad de género de Cataluña de 2015 realizado para el Observatorio de la Mujer Empresa y Economía - ODEE, en sus siglas en catalán- por la cámara de comercio de Cataluña. Según la ODEE, las protagonistas de esta nueva pobreza son mujeres formadas a las que el mercado laboral discrimina tanto en sueldos como en condiciones laborales, especialmente después de la maternidad, lo que se traduce en pensiones y prestaciones por desempleo más bajas que sus homólogos varones.
Este informe revela que en 2015 se graduaron en la universidad un 37% más de mujeres que de hombres y que el número de trabajadoras con estudios superiores supera en un 14% al número de hombres. A pesar de estar, en algunos casos, mejor formadas que los hombres la brecha salarial entre ambos es del 19% y los contratos de ellas son más precarios, de hecho, el 73% de contratos a tiempo parcial son a mujeres.
En el ámbito de la empresa tan solo 57.675 mujeres ocupaban altos cargos en empresas catalanas, frente a 104.025 hombres, lo que según el ODEE reafirma la presencia de un "techo de cristal" que impide a las mujeres acceder a puestos de dirección en las empresas, algo que, aseguran "no ha variado en los últimos 10 años".
La vida pública también pertenece a los hombres, a pesar de las leyes de paridad. Después de analizar alcaldías, regidores y el Parlamento de Cataluña, la ODEE alerta que en 2015 de 772 consistorios, tan solo 174 están dirigidos por mujeres, de 5.880 regidores electos solo 3.194 son mujeres; y en el Parlamento Catalán de 83 diputados solo 52. Los resultados han mejorado respecto a la legislatura 2003-2007, pero alertan que todavía harían falta 10 años más para que la vida pública sea totalmente paritaria.