_
_
_
_

Un exbanquero acusa a los Pujol de enriquecerse con sueldos de funcionarios

El testigo explica a la Policía que altos cargos de la Generalitat se repartían "propinas" en efectivo con el rendimiento de las nóminas de empleados públicos

Jordi Pujol Ferrusola sale de la Audiencia Nacional, el pasado febrero.Foto: atlas | Vídeo: SANTI BURGOS / ATLAS
Jesús García Bueno

Un exdirectivo de banca ha declarado a la Policía, a petición del juez, que la familia Pujol se enriqueció, entre los años 80 y 90, gracias a los sueldos de los funcionarios de la Generalitat. El testigo trabajó en el banco Natwest Mark (posteriormente absorbido por Banco Sabadell), que en esa época gestionaba las nóminas de los empleados públicos de empresas del Gobierno catalán; entre otras, el Instituto Catalán del Suelo (Incasòl) y Ferrocarriles de la Generalitat (FGC). El banco daba al Gobierno catalán “un porcentaje”, en efectivo, de los rendimientos obtenidos gracias a esas nóminas. Los pagos servían, siempre según su versión, para pagar “aguinaldos” a altos cargos de la administración autonómica y, también, a la familia Pujol.

En su declaración ante la Policía, ordenada por el titular del juzgado central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, José de la Mata, el testigo afirma que “muchos de los capitales” acumulados durante el mandato del expresidente Jordi Pujol por su familia “vienen, entre otros ingresos, por lo que recaudaban a través de la banca” en esos movimientos.

Diversos organismos públicos, sostuvo el exdirectivo bancario, ponían en manos de Natwest Mark sus nóminas. En lugar de entregarlos regularmente a la Seguridad Social o a Hacienda, detalló, las empresas e instituciones “las mantenían en la entidad durante un largo periodo de tiempo”.

La operativa para conseguir ingresos 'extra'

Cantidades retenidas. Las empresas públicas pagaban los salarios a sus empleados públicos, pero esperaban a realizar los pagos a Hacienda y Seguridad Social vinculados a las nóminas.

Capital en movimiento. El dinero que quedaba retenido en Natwest era movilizado para obtener rentabilidades en los mercados de capitales.

Reparto. Directivos de empresas públicas reclamaban el pago en efectivo de esos intereses, pese a las reticencias de los directivos. Según el exdirectivo bancario se utilizaban para pagar aguinaldos a altos cargos de la Generalitat.

La banca invertía esos ingresos en distintos productos que daban un rendimiento. De esos beneficios, agregó ante la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), la entidad pagaba “alrededor de un 3%” a los organismos públicos. Esos porcentajes, que denomina “saldos ociosos” en su declaración, se pagaban en efectivo. El testigo involucra a varios excargos públicos de la época de Pujol.

En 1987, un exgerente del Incasòl le pidió que le pagara los saldos en efectivo. Tras consultarlo, el testigo accedió a ello. El alto cargo, precisó, firmó “a regañadientes” un recibo expedido por Natwest Mark. A preguntas de los policías, el testigo se mostró escéptico sobre la posibilidad de que ese documento, debido al tiempo transcurrido, siga existiendo. También realizaba esa misma operativa FGC a través de su exdirector financiero. En 2012, quienes fueron máximos responsables de la empresa pública fueron condenados por repartir entre directivos de la empresa pública 2,7 millones de euros de un plan de pensiones contratado de forma ilegal.

El testigo conoció el destino del dinero en efectivo gracias a una extesorera del Incasòl, quien le explicó, agrega ante la Policía, que con una parte del dinero “se pagaban bufandas, que son como aguinaldos a los altos cargos afines a la ideología imperante en aquel momento”. Otra parte se llevaba en “maletas” a la calle Ganduxer de Barcelona, donde mantuvo despacho Jordi Pujol Ferrusola, hijo mayor del expresidente. Fuentes cercanas a la defensa, sin embargo, matizan que por esos años el primogénito no tenía despacho allí.

Tras su paso por la banca, el testigo entró a trabajar en una promotora participada por el Ayuntamiento de Barcelona. En una de las reuniones de trabajo a las que tenía que acudir, escuchó presuntamente a un responsable de otra empresa promotora (Habitatge Entorn) que “tenía que pagar un 5% a Jordi Pujol Ferrusola para que la Generalitat le comprara un local comercial”. Fuentes cercanas al primogénito niegan cualquier clase de cobro. El hijo mayor de Jordi Pujol permanece imputado, junto a la mayoría de miembros de la familia, por blanqueo de capitales y fraude fiscal. La Audiencia Nacional investiga no solo el origen de la fortuna oculta por la familia en Andorra, sino también los negocios millonarios del hijo mayor con empresas adjudicatarias de la Generalitat.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_