Muere la maestra de la cocina Mey Hofmann

Ella dio un paso más: de la cocina a las aulas. Mey Hofmann, creadora de la escuela de cocina Hofmann, en Barcelona, cuyo restaurante recibió en 2004 una estrella Michelin, ha muerto este martes en la capital catalana a los 69 años. De padre alemán y madre catalana, nació en Barcelona y estudió Ciencias Económicas, Arquitectura de interiores, Gemología y Diseño de joyas, pero todo acabó en la cocina, que abrió al mundo. Como solía definirla Juan Mari Arzak, era "la aristócrata de la cocina".

Hofmann creó en 1983 una escuela cuando nadie apostaba por la hostelería, y fue la primera en invitar a grandes chefs, como Arzak o Alain Ducasse, para que enseñaran sus nuevas recetas y métodos a sus alumnos, además de formarles en idiomas y en gestión empresarial. Su universo gastronómico gravitaba en torno a la escuela y su restaurante satélite. "Yo he aprendido mucho de mis alumnos", decía la cocinera.

La Escuela Hofmann recibió precisamente este lunes el Premio Especial de la Academia Catalana de Gastronomía y Nutrición. El galardón lo recogió su hija Silvia, porque, según dijo al recibir el premio, su madre tenía problemas de salud. Además de su escuela, regentaba la pastelería Hofmann, una terraza situada en el teatro La Seca Espai Brossa y los restaurantes Taverna Hofmann y Hofmann Bistrot, todos en la capital catalana.

"Era una emprendedora que formaba a los alumnos no solo como cocineros sino también como personas. Fue una persona con visión empresarial, gran cultura y auténtica señora. Ayer quisimos reconocer su escuela", explica Paco de la Rosa, vocal de la Academia Catalana de Gastronomía. Este jueves, el día de su entierro, la escuela cerrará sus puertas. Más de 20.000 alumnos de 90 nacionalidades se han formado durante estos años en el centro en los múltiples cursos que se han impartido. "La Escuela Hofmann es la única en el mundo cuyo restaurante ha sido distinguido con una estrella en la Guía Michelin", subrayaba Silvia Lafarga, coordinadora en Escuela de Hostelería Hofmann.

"Mañana me cocinaré su coca de sardinas, su plato favorito", explicaba el cocinero Ramón Freixa. "Mey era de aquellas personas que te hacen querer la profesión. Acercó la alta cocina a todo el mundo".