La CUP rechaza negociar ‘in extremis’ las cuentas de Barcelona con Colau
La alcaldesa pide "responsabilidad" ante el plante de la formación anticapitalista
El grupo municipal de la CUP de Barcelona ha rechazado el ofrecimiento de ayer del gobierno de la alcaldesa Ada Colau de negociar in extremis las cuentas que el lunes se deben someter a votación. La formación anticapitalista reveló ayer, para sorpresa del gobierno, que sus assambleas han decidido votar no a unas cuentas que consideran que no son "valientes" ni "de ruptura" y que no aceptan sus demandas. El no de la CUP pone en peligro unas cuentas que sólo podrían salvar una abstención de la formación asamblearia o de Ciutadans.
La alcaldesa ha pedido a mediodía de este sábado de Sant Jordi "responsabilidad para que los 275 millones de euros de la modificación de crédito no se queden en un cajón y vayan a garantizar derechos sociales y dar respuesta a las urgencias que no puedan esperar". "Dependen de un voto", ha dicho antes de insistir en la "responsabilidad de la CUP y de todos los grupos políticos" y recordar que sería suficiente un voto de la formación asamblearia o la abstención de otro grupo. A la pregunta de si negociarán con Ciutadans, ha recordado que la mayoría de consensos hasta ahora se han alcanzado con las fuerzas de izquierdas, ERC, PSC y la CUP, "con las que hay mayoría suficiente" aunque ha repetido que "interpela" a todos los partidos.
Por su parte, la líder de Ciutadans en el Ayuntamiento, Carina Mejías, ha reconocido que ha recibido "llamadas" del Gobierno de Colau y que "podría pensar en una reorientación del voto ante un presupuesto de progreso social y un proyecto económico". "Pero esto no se hace en un fin de semana ni en tres días", ha advertido.
Ayer a última hora, tras una jornada de infarto, con las cuentas de Twitter de unos y otras echando humo a base de reproches, el portavoz del ejecutivo de Colau, Gerardo Pisarello, anunciaba que había convocado a los concejales anticapitalistas para este sábado a las 11. Pero no será así. "Con tiempo y no deprisa y corriendo", respondía horas más tarde con un breve comunicado la CUP de Barcelona. Un texto que asegura que Colau no ha escuchado las demandas de la CUP hasta la última semana, reafirma la decisión de la asamblea y emplaza a retomar el diálogo "a partir del martes".
El anuncio, ayer a mediodía, del no de la CUP cayó como un jarro de agua fría. No hacía ni dos horas que Pisarello había comparecido para anunciar la contratación de 1.900 trabajadores durante el mandato, con un coste de 20 millones de euros. Pisarello optó para volver a comparecer al final de la mañana (apoyado por una munión de concejal, asesores y altos cargos) y advertir a los cupaires de que su rechazo "impedirá aprobar los presupuestos más sociales", medidas como llevar el metro en la Zona franca o invertir en los barrios. También les recordó que votar no supone hacer lo mismo que CiU o el PP.
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