Avalmadrid lleva un mes sin director tras cesar el último

Avalmadrid, la sociedad de capital mixto que ayuda a pymes y autónomos a obtener financiación, lleva mes y medio sin director general. El consejo de administración, presidido por la directora general de Economía, Rosario Rey, tomó la decisión de prescindir del anterior director, Juan Luis Fernández-Rubíes, sin ofrecer ninguna explicación a los grupos políticos de la oposición. Ciudadanos ha pedido a la presidenta regional, Cristina Cifuentes (PP), mayor transparencia en las operaciones de la empresa, que eviten supuestos abusos o irregularidades. En 2015, la entidad avaló a 1.227 sociedades con una financiación de 95 millones de euros.

La gestión de Avalmadrid se ha convertido en uno de los motivos de fricción entre Ciudadanos, que pide más control y un acercamiento a las pymes más pequeñas, y el PP, que asegura que ya está actuando.

El consejo de administración de la entidad aprobó por unanimidad la destitución de Fernández-Rubíes en nombre de la nueva estrategia de Avalmadrid, que persigue “dar un impulso de renovación a la sociedad”, indicaron ayer fuentes de la entidad a EL PAÍS, sin especificar las causas concretas de la salida del ejecutivo.

La tardanza en el relevo se debe, explica Avalmadrid, a que se ha abierto un proceso de selección en el que se han pedido ofertas a siete cazatalentos especializados en el sector financiero. Hoy acaba el plazo de presentación de las propuestas y es el consejo de administración el que tiene la última palabra, después de que sean evaluadas por un comité. El consejo está presidido por Rosario Rey García, que compatibiliza el cargo con el de directora general de Economía y Política Financiera de la Comunidad. El Gobierno regional tiene una participación del 28% en la sociedad y está representado por cuatro miembros, donde también participan dos representantes de CEIM, dos de la Cámara de Comercio e Industria de Madrid, tres de Bankia, uno del Santander, uno de CaixaBank y otro del Popular.

Ciudadanos ha reprochado en varias ocasiones a la presidenta madrileña la falta de control en la entidad. Sobre todo cuando en Avalmadrid se ha cambiado la normativa relacionada con posibles conflictos de intereses.

El portavoz de la formación naranja en Madrid, Ignacio Aguado, preguntó a Cifuentes en el pleno del 17 de marzo si le constaba que alguno de los socios protectores hubieran utilizado la sociedad para avalar a sus propias empresas privadas. La entidad está sujeta a la supervisión del Banco de España.

La presidenta regional eludió la pregunta y le informó “por enésima vez” de que las decisiones tomadas por el consejo de administración de Avalmadrid en el pasado “por muy discutibles que puedan ser, no me las puede reprochar, porque no tienen nada que ver con las actuaciones de este Gobierno”.

Las novedades impulsadas en Avalmadrid por la Comunidad se concretan en la aprobación de un código ético “para evitar conflictos de intereses” y en una serie de restricciones que impiden que no puedan suscribir operaciones con la sociedad mixta ni los miembros de sus órganos de gobierno ni tampoco los altos cargos de la Administración pública.

Aguado, de Ciudadanos, consideró los cambios insuficientes, aunque aplaudió el nuevo código ético de la entidad. “Solo nos consta que han despedido al director”, puntualizó. Algo que calificó de “sorprendente” porque a preguntas de una diputada de su grupo, la consejera de Economía, Engracia Hidalgo, respondió en la Asamblea de Madrid que la gestión de la sociedad era “positiva”.

No obstante, Avalmadrid señala en su listado deontológico que “en ningún caso se antepondrán los intereses personales a los de los clientes o a los de la sociedad”, dice. En el código ético se incluyen situaciones derivadas de relaciones de parentesco o con personas vinculadas.

Se hace hincapié también en la importancia de la confidencialidad y el secreto profesional. Los miembros de la entidad se abstendrán “de ceder la información” que será exclusivamente para el desempeño de la actividad profesional.