El cadáver del animal -en un primer análisis se ha determinado que puede ser un delfín- fue encontrado el 29 de marzo poco antes de las 15.30 por un particular que paseaba con sus perros por la Casa de Campo. El cuerpo del animal estaba tirado al lado de la vía ciclista que recorre la tapia del parque a la altura del kilómetro 27 de la carretera de Boadilla del Monte, escondido entre las hierbas.
El viandante avisó a la Policía Municipal, que se ha hecho cargo de la investigación. El animal, en descomposición, mide aproximadamente un metro y medio. Los técnicos del zoo madrileño, cuyas instalaciones se encuentran en el interior del parque, se han personado en el lugar y han descartado que proceda de su centro.
Fuentes de la Unidad de Medio Ambiente de la Policía Municipal explican que el lugar del hallazgo es una zona a la que se podría acceder con un vehículo a motor. Los agentes no cuentan con muchos más datos del suceso y recomiendan cautela.
El cuerpo del cetáceo ha sido trasladado al Centro de Protección Animal del Ayuntamiento para realizarle una serie de pruebas. Estas determinarán cuántos días lleva muerto el animal y de qué especie se trata, aunque las principales evidencias indican que se trata de un cetáceo, posiblemente un delfín.
Los técnicos de la Casa de Campo no han tenido conocimiento de la noticia hasta que no ha aparecido publicada en varios medios de comunicación. "Nunca se había encontrado nada parecido en el parque", comenta con asombro el director del parque madrileño, Francisco Rodríguez Pachón.
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