“Caloret fue lo primero que aprendí en valenciano... y no existe”
El intendente del Palau de les Arts recuerda el error de Rita Barberá Livermore aprenderá la lengua con Ribó y Amoraga, con Puig
El italiano Davide Livermore, intendente del Palau de les Arts, aprenderá valenciano con el alcalde de Valencia, Joan Ribó. Y la escritora y directora general de Cultura, Carmen Amoraga, con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Las dos parejas han participado este jueves en la presentación de la décima campaña del voluntariado lingüístico que organiza Escola Valenciana, la federación de asociaciones por la lengua.
Livermore, nombrado responsable de la ópera de Valencia en febrero tras la detención de su antecesora Helga Schmidt, ha recordado que su primer contacto con el valenciano no fue muy instructivo. "La primera palabra que aprendí fue caloret, pero luego me explicaron que no existía", ha dicho en referencia a la última Crida, el acto con el que se anuncia el inicio de las Fallas, protagonizada por la exalcaldesa Rita Barberá por la que más tarde se disculpó.
El actual regidor ha dicho estar "encantado" de enseñar valenciano a Livermore siempre y cuando el intendente le enseñe nociones de ópera. "Nos tomaremos unas cervezas y hablaremos en valenciano sobre música", ha anticipado Ribó. El alcalde ha afirmado que uno de sus objetivos es "que el valenciano sea la herramienta normal de uso en el Ayuntamiento".
El presidente de la Generalitat ha mantenido que la lengua "es un vehículo de comunicación pero es más que un vehículo de comunicación, es también cómo las personas expresan su alma". En un contexto de precampaña electoral, el socialista ha criticado a otra rival política, Carolina Punset, portavoz de Ciudadanos, por su discurso en el pleno de investidura del jefe del Consell, donde la diputada dijo que aprender valenciano "puede ser muy emotivo pero es poco útil para encontrar empleo".
Puig ha recordado que durante tres siglos el valenciano estuvo excluido en los ámbitos oficiales y que aún así perduró. "Ahora no está prohibido pero lo tiene más difícil por la potencia de los medios de comunicación y la globalización", ha dicho el presidente de la Generalitat, que ha marcado como objetivo del Gobierno autonómico fomentar el uso de la lengua.
Según Puig, los ciudadanos deben poder dirigirse en valenciano a la Administración sin obstáculos. Y ha recordado que en un juicio en el que compareció junto a Ribó a raíz de una denuncia del entonces presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, se les impidió expresarse en esta lengua. "Fabra perdió aquel juicio", ha añadido.
El presidente de Escola Valenciana, Vicent Moreno, ha recalcado el cambio de las instituciones hacia su organización después de las últimas elecciones autonómicas y locales. Y ha puesto como ejemplo que el presidente de la Generalitat y el alcalde de Valencia participen en el programa, que consiste en que una persona que sabe valenciano se reúne al menos una decena de veces con otra que quiere aprender a hablarlo. La iniciativa nació en 1995 y desde entonces han participado 2.000 personas.
Moreno ha destacado que, descontando el apoyo recibido de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), era la primera vez que el programa de Escola Valenciana recibía respaldo oficial y era presentado en un edificio público, el Rialto, sede de un teatro público y de la filmoteca.
Ramon Ferrer, presidente de la AVL, ha recordado el corto recorrido de la Ley de Señas de Identidad que aprobó en solitario el PP al final de la pasada legislatura y que excluyó a la institución académica. "Se podían haber ahorrado pensar tanto porque ya tenemos una seña de identidad, que es el valenciano", ha mantenido.
Amoraga ha demostrado que ya sabe hablar valenciano, pero ha confiado en que el programa le ayude a ganar "fluidez". Y Livermore ha celebrado que el valenciano no se use como una forma "de excluir a quienes venimos de fuera". El intendente de Les Arts ha dicho que cree que no le resultará difícil aprenderlo porque le recuerda al piamontés, el dialecto hablado en el Piamonte en el que piensa. "El valenciano suena como un idioma del norte de Italia hablado por alguien del sur. Como un napolitano hablando milanés".
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