¿A qué sabe Lavapiés?

Lavapiés vuelve a demostrar por qué es el centro de la eclosión cultural madrileña. Sus calles serán estos días el centro de una curiosa fusión de elementos en primer término bastante dispares: un concurso gastronómico, conciertos y microteatro. Los tres ingredientes son los protagonistas de la actividad de este barrio de Embajadores los fines de semana del 16 al 18 y del 23 al 25 de octubre en la V Ruta Multicultural de la Tapa y la Música. O lo que es lo mismo, Tapapiés.

Más información

Tapas del mundo, uníos

Marchando una tapa de 'maki'

El mañaneo es el nuevo ir de cañas

En esta quinta edición del certamen se podrán probar la cifra redonda de 100 tapas del mundo en los más de 90 bares que participan y en la decena de locales del Mercado de San Fernando que se suman este año. Unas cifras que tienen el desafío de batir el récord de 2014, que se saldó con una asistencia de público de más de 300.000 personas y medio millón de tapas degustadas, según la Asociación de Comerciantes de Tapapiés Distrito 12. "Es el momento del año que más afluencia de gente tiene nuestro barrio", explica Javier Vázquez, presidente de la organización. "Estos días tenemos la mejor oportunidad para dar a conocer Lavapiés y sus locales a la gente de dentro y fuera de Madrid", apunta Vázquez.

Los tres ejes giran, como no podía ser de otra forma, en torno a la multiculturalidad y el lenguaje universal de la comida. Todo low cost. Cada tapa se vende a 1,50 euros, y por un euro más viene acompañada de un botellín o de una caña de Estrella Damm.

Los gustos culinarios no son relevantes. Los más tradicionales encuentran recetas propias de la cocina española, fusionadas con platos típicos de los cinco continentes. Especial presencia tiene Asia del Sur, que está representado en una quincena de restaurantes made in India, Bangladesh y Pakistán. El público elige sus favoritas, y un jurado elige las tres ganadoras.

Es un festival gastronómico, pero su singularidad principal es que no está presente solo en los bares. El certamen se vive también en las calles a través de la música y las artes escénicas. El acceso a los conciertos es libre y la entrada a las obras no llega a los tres euros.

La banda sonora está caracterizada por el mestizaje. Más de 60 actuaciones y una veintena de bandas amenizan el banquete a ritmo de rumba, blues, retro, swing, funky, afrobeat y samba. Un breve aperitivo se pudo ver el pasado jueves en la inauguración con las actuaciones del cuarteto de swing Madrid Hot Jazz Band, del grupo de pop Éclaire y el dúo compuesto por la cantante Kamala y el guitarrista José Taboada.

En Tapapiés también se podrá escuchar por última vez a Swindigentes tras cinco años tocando en la calle, o volver a disfrutar del grupo ganador del concurso de bandas del año pasado, El Zurdo en Crudo. Una programación con la idea de “poner en valor y dignificar a los artistas que todo el año ponen música a las calles de Madrid”, comenta Asier Muñiz, coordinador artístico del festival.

La presencia cultural también pasa por las artes escénicas. La red Lavapiés Barrio de Teatros se encarga de la programación teatral en cuatro de sus salas. Actuaciones para niños y circo callejero complementan la oferta de microteatro, siete obras de 15 minutos de duración, con un homenaje a Mario Benedetti incluido. Cada título está elegido con el mismo fin, explica Muñiz. El de “reflejar la multiculturalidad a través de las artes”.