21 municipios de la región impulsan la red solidaria para refugiados

La llegada de miles de refugiados a Europa ha activado una red de solidaridad en la región: 21 municipios se han declarado ciudades y pueblos de acogida. De los seis millones y medio de habitantes de la comunidad, más de cinco pertenecen a municipios que están dentro de este movimiento de ayuda a solicitantes de asilo. El Ayuntamiento de la capital lideró la ola de apoyo: la alcaldesa, Manuela Carmena, anunció el pasado 3 de septiembre una partida de 10 millones de euros para esa causa. Todos los municipios están pendientes de la cuota de refugiados que establezca el Gobierno central para la región.

Un matrimonio sirio enseñó hace meses fotos de la guerra que asuela su país desde 2011 a Miguel Ángel González, vecino de Rivas-Vaciamadrid, y a su mujer. González, que tiene 46 años y vivió en México con su familia de niño, se acuerda de su etapa como emigrante: esta semana le vino a la cabeza cuando vio una nota de prensa de su Ayuntamiento en la que explicaba que se unía a la red de ciudades solidarias de la comunidad para ayudar a solicitantes de asilo. González y su esposa son solo una de las 50 familias de este municipio que se han puesto en contacto con el gobierno municipal para ofrecer su vivienda a posibles refugiados. “La educación que me dieron me impide vivir aislado del drama sirio. No me parece un tema de partidos políticos, sino de humanidad”, dice González, que ahora solo vive con una hija y su esposa. “Tenemos una habitación grande y un sótano habilitado libres. Si una familia necesitara alojamiento, estaría cómoda aquí”, cuenta.

Las muestras de solidaridad no se reducen a este municipio de 80.500 habitantes. Al menos 20 vecinos de Alcalá de Henares (200.100 personas) también ofrecen su casa, y más de un centenar quieren donar ropa, juguetes o comida. En Boadilla del Monte (47.800 habitantes), los refugiados tienen ya el cartel de bienvenida colocado en las viviendas de 12 familias. Otros vecinos de las localidades cercanas de Brunete y Quijorna se han adelantado a sus Ayuntamientos —que todavía no han hecho ningún comunicado sobre los refugiados— y han ofrecido sus casas.

Son muchos los ciudadanos que han querido sumarse a este movimiento de solidaridad y han adelantado, en ocasiones, a sus representantes políticos. En Robledo de Chavela, un municipio de apenas 4.000 habitantes, numerosos vecinos han llamado al Ayuntamiento para ayudar. Uno de ellos, incluso, quiere donar un palé de pan de molde.

La ayuda de los vecinos traspasó el ofrecimiento de viviendas: Mrabbih Battabi, un saharaui de 39 años refugiado en España, se ha ofrecido al Ayuntamiento de Rivas para ayudar en la traducción. El idioma es uno de los problemas de los refugiados cuando llegan a España. “He convivido en un Centro de Acogida de Refugiados con sirios y me contaron muchas historias. Al ver la situación de ahora, sentí que tenía que ayudar”, cuenta Battabi.

En casi una decena de municipios se ha elaborado ya un registro de estos ciudadanos solidarios. En Valdemorillo (12.000 habitantes) la iniciativa surgió en las fiestas del pueblo, durante la celebración de un picnic: “Había conciertos de artistas locales, todos sensibilizados con la situación terrible de los refugiados, y se nos ocurrió poner una mesa para que se apuntara algún vecino”, cuenta Gabriel Bayarri, edil de Participación. El resultado: más de 100 vecinos dispuestos.

La sensibilización es otro de los objetivos de muchos Ayuntamientos. En Torrejón de Ardoz (126.800 habitantes) se está creando una web y van a repartir folletos para informar a los ciudadanos de qué forma pueden ofrecer su ayuda. Además de la vivienda, otra de las fórmulas posibles es la económica. Cuatro municipios (Valdemorillo, Villaviciosa, Móstoles y Robledo) han abierto una cuenta para donaciones. En el caso de Robledo, el Ayuntamiento la ha inaugurado con 2.000 euros.

Aunque en la mayoría de los casos los equipos municipales todavía están estudiando partidas económicas para esta causa, en otros como Boadilla del Monte ya se han destinado 10.000 euros a Cruz Roja. El Ayuntamiento de Tres Cantos (42.500 habitantes) tiene una partida de cooperación de 25.000 euros, ya aprobada, que puede utilizar para mitigar las necesidades de los refugiados.

“Cada uno aporta lo que puede”, considera el alcalde, Jesús Moreno (PP). Sin embargo, todos los municipios están pendientes de la cuota que establezca el Gobierno central, que aceptó 14.900 refugiados, para la región.

Ningún municipio puede competir con la oferta del Ayuntamiento de Madrid (tres millones de habitantes) y los 10 millones de euros de ayuda a los refugiados que anunció la semana pasada. La capital también lleva la delantera en las instalaciones ofrecidas con capacidad para 200 familias, alrededor de 800 personas.

En una medida menor y acorde a sus dimensiones, Móstoles y Rivas también han anunciado que ponen pisos de sus empresas municipales de vivienda a disposición de los refugiados; además de otros inmuebles vacíos de bancos, en el caso de Móstoles, y una bolsa de viviendas privadas subvencionadas por el Ayuntamiento en Rivas. Más concretos en número han sido desde el Ayuntamiento de Torrejón que ofrecen alojamiento para 15 familias de refugiados. Para ello utilizarán un pabellón de deportes y aulas en centros culturales.

La llegada de estas miles de personas a Europa procedentes de Siria también ha propiciado la aparición de otras iniciativas más singulares. El Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón (26.900 habitantes) se va a poner en contacto con las 14 familias de esa nacionalidad que residen en el municipio para conocer la situación de sus familiares y saber si están en tránsito hacia Europa, para decidir la ayuda que pueden enviarles.

Algunos municipios como Leganés o Móstoles tenían experiencia en la acogida de refugiados: recibieron a decenas de bosnios durante la Guerra de los Balcanes. La mayoría, en cambio, ha creado mesas de trabajo junto a ONG para asesorarse. El alcalde socialista de Móstoles, David Lucas, resumía la idea que compartían los municipios de esta red de solidaridad: “Lo importante es que vengan y entre todos ayudar a paliar este drama”.