Ópera catalana en el Teatre Principal
El histórico teatro de La Rambla prueba de nuevo, con una pieza contemporánea, un género que acogió desde 1750 y hasta principios del siglo pasado
Un siglo después el telón del Teatre Principal de Barcelona se alzará con un espectáculo de ópera en catalán por una iniciativa impulsada por un reducido grupo de personas que también han resucitado al Teatre Líric Català —el nombre de la empresa—, que tuvo su epicentro en el viejo histórico teatro de La Rambla. La ópera Magda, con libreto de Jordi Voltas, y música de Ramon Ribé, reunirá a ocho voces solistas, los coros Anton Bruckner y Ariadna y la orquesta —aumentada— de cámara Terrassa 48, dirigida por Frederic Oller.
Magda, que se representará los días 24, 26 y 30 de este mismo mes, supondrá para el Teatre Principal todo un cambio en su habitual programación desde que volvió a reabrir, en octubre de 2013, con cenas-espectáculos tras las cuales se convertía en sala de baile.
Precisamente uno de los quebraderos de cabeza para los promotores ha sido la ubicación de la orquesta y conseguir el máximo aforo posible ya que la sala principal del teatro tiene gran parte del espacio transformado en una gran barra de bar, mientras que los laterales y la platea están ocupados por sillones y mesas. Parte de ese mobiliario se retirará para instalar 15 filas con 15 asientos cada una de ellas y la orquesta. “Finalmente, el aforo ha quedado para unas 400 personas, menos de las que pretendíamos pero no está mal”, se conforma Voltas, autor del libreto de Magda y uno de los impulsores de la idea de recuperar la ópera en catalán.
Cuenta que llevan —él mismo y Ramón Ribé, que estuvo trabajando en la composición más de dos años— bastante tiempo luchando: “Hemos ido con el proyecto de una puerta a otra por los teatros de Barcelona y desgraciadamente no hemos tenido buena acogida. También nos dirigimos el año pasado a los responsables de los actos culturales del Tricentenario con la confianza de que les interesaría, pero tampoco. Finalmente, fue casi por casualidad, porque Ribé acudió una noche al Principal”.
El local acogió ‘El comte Arnau' y
De todo ese periplo ya hace más de un año, tiempo en el que han estado negociando con los responsables del local. El teatro, que languideció desde mediados del siglo pasado hasta cerrar en 2006 y reabrir en 2013, no se ha librado de la polémica, especialmente después de que los Mossos d’Esquadra irrumpieran en sus oficinas en septiembre de 2014. La policía detuvo entonces al responsable de la gestión, el empresario de la noche Carlos Caballero, posteriormente puesto en libertad por el juzgado que investigaba un supuesto trato de favor municipal en la tramitación de licencias al teatro, propiedad del grupo Balañá.
“A nosotros nos hace especial ilusión que la ópera se represente precisamente en el Principal, por la historia que tiene”, subraya Voltas. La tiene, efectivamente: el teatro del final de La Rambla —el más antiguo de Barcelona, cuya construcción concluyó en 1603— acogió espectáculos de ópera desde 1750, un género musical que se mantuvo aunque convivió con la zarzuela durante años. Hasta 1837, con la apertura del Liceo, el Principal no tuvo rival pero precisamente la pujanza del nuevo teatro lo sumió en una progresiva decadencia. Fue en la primera década del siglo pasado cuando el Principal acogió representaciones de ópera en catalán impulsada por el Teatre Líric Català, de la mano de Enric Morera y Enric Granados, aunque tuvo una vida efímera. En los primeros años del siglo XX se representaron entre otras óperas en catalán El Comte Arnau, con libreto de Josep Carner y música de Enric Morera, y La Santa Espina, de Ángel Guimerà y música del mismo compositor.
“Son otros tiempos pero nosotros, como los impulsores del siglo pasado, también creemos que debe haber un espacio para la ópera en catalán”, defiende Voltas. Magda, una obra en dos actos de unas dos horas de duración, es una ópera romántica ambientada en la Cataluña de la Trnasición de finales de los setenta que “busca la libertad” y, cómo no, acaba con la muerte del protagonista.
Ni instituciones ni teatros se interesaron por ’Magda', ambientada en la Transición
“El escenario tiene la capacidad adecuada para las 70 personas del coro y la escenografía, aunque el cambio de cuadros se tiene que hacer manualmente”, añade uno de los impulsores. Los 30 músicos de la orquesta no podrán situarse en el foso porque los diseñadores del teatro lo convirtieron en una barra de bar por lo que ocuparán el espacio más próximo de la platea al escenario. “Es un intento serio y entre las voces solistas contamos con cantantes, como Laura Vila y Maria Miró, que han tenido papeles en óperas representadas en el Liceo”, comenta Voltas. Magda se representará en Terrassa, Sitges y en el Teatre La Passió de Esparreguera tras dejar el Principal, quizá ya entonces de nuevo coso lírico.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.