El juzgado del ‘caso Blasco’ investiga a Consuelo Ciscar por el IVAM
Sus suscesores en del museo constataron que pagó por obras un 1.500% más de su valor La exdirectora defiende su gestión al frente del instituto de arte moderno
El juzgado de Instrucción número 21 de Valencia, que dirige las pesquisas por el desvío de ayudas de la Generalitat valenciana al Tercer Mundo, el llamado caso Blasco en referencia al exconsejero Rafael Blasco, investiga también la gestión al frente del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) de su mujer, Consuelo Ciscar. Esta ha defendido en un comunicado la "legalidad" de todas sus actuaciones.
Las nuevas pesquisas, que han sido declaradas secretas, se iniciaron con un informe elaborado por la Intervención de la Generalitat tras la salida de Ciscar como directora del museo. El documento indicaba que durante su etapa se pagaron sobreprecios por obras de arte, que en algún caso estos supusieron valorarlas hasta un 1.500% más que su valor de mercado.
El IVAM y UGT aportaron a la fiscalía este informe. El departamento de Anticorrupción denunció los hechos que han recaído ahora en el juzgado de Instrucción número 21. Según fuentes jurídicas ha sido una casualidad, fruto de las normas de reparto, el hecho de que haya recaído en el mismo juzgado que investiga a Blasco por el desvío de fondos de ayuda al desarrollo. Una causa por la que el histórico líder popular cumple una condena de seis años y medio de cárcel en el centro penitenciario de Picassent.
La Intervención detectó "irregularidades significativas" en sobreprecios, fragmentación de contratos y gastos de viajes y comidas
Ciscar ha afirmado en un comunicado que puede "justificar la legalidad de los procedimientos y desmontar todas y cada una de las acusaciones que se vierten" contra el gestión del museo mientras ella era su responsable.
"Todas las decisiones que he tomado en la dirección del IVAM respecto a la compra de obras de arte han sido basándome en el criterio de la comisión de adquisiciones, refrendadas por el consejo rector, máximo órgano del IVAM, presidido por el responsable de la Consejería de Cultura, vigiladas por una auditoría externa y sometidas a la Intervención general de la Generalitat", ha añadido.
Entre los sobrecostes presuntamente pagados en la etapa de Ciscar (de 2009 a 2013) por el centro público se halla por ejemplo un cuadro de Julio Cuaresma por el que abonó 32.400 euros. Según los cálculos realizados por un experto consultado por la Intervención, por obras de este mismo autor se pagaron alrededor de ese año, entre 300 y 600 euros, por lo que considera que el valor máximo del cuadro debería situarse en los 2.000 euros. La tasación fue efectuada por el profesor de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid, Jaime Brihuega.
El informe elaborado por los actuales responsables del IVAM también detectó "irregularidades significativas" en las publicaciones del museo. Según la Intervención, se fraccionaron presuntamente contrataciones evitando acudir a fórmulas de adjudicación competitivas pese a los reparos planteados por los órganos internos de gestión del instituto de arte moderno.
En la revisión que ha servido de base a la Fiscalía Anticorrupción para formular la denuncia se detectaron igualmente “irregularidades significativas” en gastos de viaje y alojamientos. Se abonaron 38.000 euros por estos conceptos a personas que no tenían “relación laboral con el IVAM”. En otros casos, por importe de 58.000 euros, la Intervención consideró que los desplazamientos no estaban justificados. Y en otros, como una comida en Madrid que costó 900 euros, el informe señala que no se presentó factura para justificarla.
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