Acerca de la tasa turística
La autora defiende la implantación de la tasa si hay diálogo con los representantes del sector turístico madrileño y se usa el dinero recaudado para fomentar Madrid como destino
La Fortuna, la “perra diosa” en palabras de D.H. Lawrence, aúpa a unos mientras somete a otros sin más motivo aparente que su impulsivo capricho. Soy del atleti, sé perder y disfruto de la victoria sintiéndome parte de una gran familia. Una vez escuché a alguien decir: “no me importa haber triunfado en la vida sabiendo que otros que lo merecían más que yo no lo consiguieron. Me importaría, y mucho, saber que no triunfaron por ser más honestos que yo”.
Ahora Madrid tiene que detener su sala de máquinas propagandística y comenzar a gobernar, que para eso el PSOE le ha prestado la confianza y los apoyos necesarios. Gobernar significa gestionar ideas, materializar propuestas, llevar a cabo proyectos sólidos. Gobernar no es producir continentes mediáticos enmarcados con rótulos luminosos pero sin ningún contenido creíble. Gobernar no es compartir con el resto de madrileños, como si la política fuera una tertulia, ocurrencias cargadas de buena intención, no lo dudo, pero sin desarrollo previo alguno.
"Gobernar no es producir continentes mediáticos enmarcados con rótulos luminosos"
Entiendo que un conglomerado político sin un programa electoral mínimamente vertebrado se sienta perdido al haber alcanzado un Poder muy deseado. Lo entiendo , pero no lo excuso. Madrid necesita un gobierno que gobierne, no un gobierno que siga con el chip de campaña electoral. El progreso democrático no se defiende sólo con palabras, se construye con hechos.
Proponer la creación de una tasa turística así sin más, sin acompañar la iniciativa de una memoria de viabilidad e impacto económico-social, decidir (o decir que se va a decidir) algo sin haber tenido en cuanta antes al crucial sector turístico de la capital podría parecer hasta frívolo si no mostrara unas carencias preocupantes.
Antonio Miguel Carmona estudió la medida de la tasa turística hace tiempo ya (se puede tirar de hemeroteca). Y lo hizo sobre la base de dos ejes fundamentales: el diálogo con los representantes del sector turístico madrileño y la utilización del dinero recaudado para fomentar en el exterior a Madrid no como marca sino como destino turístico. Este tema no se introdujo en nuestro programa electoral porque se pensó que sería mejor hablar antes con los agentes e instituciones implicados. En aras al consenso, en detrimento de la imposición, se guardó este asunto en la recámara de medidas ab gubernatione.
"Ahora Madrid tiene que detener su sala de máquinas propagandística y comenzar a gobernar"
La prensa, la buena prensa, está para ofrecer al ciudadano información. Por eso son medios y no fines. No es aceptable usar a los medios para generar dos líneas en mayúsculas y luego darles la espalda a la hora de justificar unas columnas merecidas o inmerecidas. Al cuarto poder o se le quiere del todo o no se le quiere, se le utiliza. Si el PSOE hubiera gobernado la noticia de la tasa turística habría visto la luz una vez cerrado con éxito el diálogo con el sector turístico, una vez clavado el impacto recaudatorio. Si el PSOE hubiera gobernado la noticia habría sembrado estabilidad económica y no incertidumbre inversionista. Pero el PSOE, que pudo hacerlo, no gobierna…
Amigo es quien siendo diferente a uno confía en ti; amigo es quien no tiene miedo a decirte que a veces haces las cosas muy mal; amigo es quien te respeta, quien no te utiliza para su propio provecho. Cuando estuve de viaje en Turquía aprendí un proverbio turco: el que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos.
Mis críticas hacia el gobierno de la ciudad de Madrid son amistosas. Esperanzadas en que nadie se sienta propietario de una Verdad absoluta. A mí siempre me ha gustado jugar al pocker. Mis palabras tienen la ilusión de que la suerte del principiante toque pronto el hombro de los que proclaman un Madrid del abrazo. Un abrazo de todos, para todos, y no un abrazo de oso.
Mar Espinar Mesa-Moles es concejal socialista en el Ayuntamiento de Madrid
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